Santiago de Cuba, 30 dic.— Los 55 años del sistema de la educación especial en Cuba, el venidero cuatro de enero, serán celebrados en la provincia con homenajes y reconocimientos a fundadores y figuras destacadas del sector.
La creación de la red de centros y
escuelas de ese tipo sin exclusiones sociales es uno de los mayores
logros de la Revolución, aseguró Agneris Rosado, metodóloga de la
enseñanza en el territorio de Santiago de Cuba.
Opinó la especialista que a partir de 1959 se iniciaron los esfuerzos para dar una solución adecuada y progresiva a la instrucción de los niños con deficiencias físicas, intelectuales o sensoriales, con la inauguración de instituciones e implementación de cursos de preparación para los docentes.
Rosado precisó que en más de cinco décadas lograron la atención desde edades tempranas, un diagnóstico precoz, científico y diferencial, además del trabajo eficaz con la familia y la formación laboral y profesional de los alumnos.
En la provincia santiaguera se beneficia a más de cuatro mil alumnos de esa enseñanza en 46 instalaciones y el seguimiento por profesionales para asegurar la atención a sus necesidades docentes, no obstante las dificultades derivadas del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos a la Isla.
Zurima Rivera, maestra de niños sordos en el Círculo Bebé, de esta urbe, calificó su labor de un derecho humano que mejora la calidad de vida e inserción al trabajo socialmente útil de esas personas, pues ella es sordo-muda debido a la fiebre que sufrió a los tres años y hace 17 años que labora allí.
Más de 40 niños sordo-mudos, hipoacúsicos y con dificultades en el lenguaje asisten al centro, un ejemplo de lo logrado en ese subsistema en sus 55 años de creado por el Líder de la Revolución, Fidel Castro.
Rivera explicó que los docentes se esmeran por atenderlos y respetarlos en su tiempo y ritmo propios, ofrecerles alternativas para que no queden rezagados y oportunidades a las familias con vistas a una convivencia más feliz.
Aquí están creadas todas las condiciones tanto materiales como de un personal muy humano y preparado para que el proceso se desarrolle normalmente y los escolares aprendan, destacó.
Puso el ejemplo de Heidy Rodríguez y Sailín Olivares, niñas sordo-mudas que en determinados juegos se integran al resto del grupo, y así aprenden y juegan junto a otros alumnos que oyen y hablan.
Opinó la especialista que a partir de 1959 se iniciaron los esfuerzos para dar una solución adecuada y progresiva a la instrucción de los niños con deficiencias físicas, intelectuales o sensoriales, con la inauguración de instituciones e implementación de cursos de preparación para los docentes.
Rosado precisó que en más de cinco décadas lograron la atención desde edades tempranas, un diagnóstico precoz, científico y diferencial, además del trabajo eficaz con la familia y la formación laboral y profesional de los alumnos.
En la provincia santiaguera se beneficia a más de cuatro mil alumnos de esa enseñanza en 46 instalaciones y el seguimiento por profesionales para asegurar la atención a sus necesidades docentes, no obstante las dificultades derivadas del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos a la Isla.
Zurima Rivera, maestra de niños sordos en el Círculo Bebé, de esta urbe, calificó su labor de un derecho humano que mejora la calidad de vida e inserción al trabajo socialmente útil de esas personas, pues ella es sordo-muda debido a la fiebre que sufrió a los tres años y hace 17 años que labora allí.
Más de 40 niños sordo-mudos, hipoacúsicos y con dificultades en el lenguaje asisten al centro, un ejemplo de lo logrado en ese subsistema en sus 55 años de creado por el Líder de la Revolución, Fidel Castro.
Rivera explicó que los docentes se esmeran por atenderlos y respetarlos en su tiempo y ritmo propios, ofrecerles alternativas para que no queden rezagados y oportunidades a las familias con vistas a una convivencia más feliz.
Aquí están creadas todas las condiciones tanto materiales como de un personal muy humano y preparado para que el proceso se desarrolle normalmente y los escolares aprendan, destacó.
Puso el ejemplo de Heidy Rodríguez y Sailín Olivares, niñas sordo-mudas que en determinados juegos se integran al resto del grupo, y así aprenden y juegan junto a otros alumnos que oyen y hablan.
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