Santiago de Cuba, 10 oct.— Este 10 de octubre se conmemora el aniversario 148 del inicio de la Guerra de Independencia. Ante la tumba de Carlos Manuel de Céspedes, en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba, decenas de santiagueros acudieron al homenaje que se le tributó al Padre de la Patria.
Aunque el silencio del camposanto es
algo que acompaña permanentemente a todo el que llega hasta aquí hay
momentos en el año en los que el principal cementerio de Santiago recibe más personas de lo común. Los
10 de octubre son uno de ellos.
Por eso pioneros, miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, y trabajadores en general llegaron ante el sepulcro del Padre de la Patria para homenajear al hombre que hace 148 años le dio la libertad a sus esclavos y llamó a la lucha armada contra el colonialismo español.
Militares de la Unidad de Guardia de Honor al Héroe Nacional José Martí, colocaron con marcialidad la ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba ante la tumba de Céspedes.
Fue un acto de silencios prolongados sólo matizado por la marcha marcial y la pieza musical que tocara el destacado concertista Aquiles Jorge quien arrancó con las cuerdas de su guitarra una versión de la Bayamesa. El músico también interpretó una composición hecha para acompañar La Rosa Blanca, poema de José Martí.
Así transcurrió el homenaje de los santiagueros a Carlos Manuel de Céspedes, el hombre que inició el azaroso camino que nos llevaría a la libertad plena de Cuba.
10 de octubre son uno de ellos.
Por eso pioneros, miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, y trabajadores en general llegaron ante el sepulcro del Padre de la Patria para homenajear al hombre que hace 148 años le dio la libertad a sus esclavos y llamó a la lucha armada contra el colonialismo español.
Militares de la Unidad de Guardia de Honor al Héroe Nacional José Martí, colocaron con marcialidad la ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba ante la tumba de Céspedes.
Fue un acto de silencios prolongados sólo matizado por la marcha marcial y la pieza musical que tocara el destacado concertista Aquiles Jorge quien arrancó con las cuerdas de su guitarra una versión de la Bayamesa. El músico también interpretó una composición hecha para acompañar La Rosa Blanca, poema de José Martí.
Así transcurrió el homenaje de los santiagueros a Carlos Manuel de Céspedes, el hombre que inició el azaroso camino que nos llevaría a la libertad plena de Cuba.
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