Santiago de Cuba, 27 oct.— El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos limita la adquisición de medios imprescindibles para la enseñanza especial en Cuba. A pesar de ello en la escuela santiaguera Antonio Fernández León para niños ciegos, de baja visión, extrábicos y ambliopes se garantiza el aprendizaje de estos pequeños con necesidades educativas particulares.
Yadier
es un niño ciego que cursa el preescolar y aprende sus primeras
lecciones, sin embargo su enseñanza pasa por dificultades, pues no se
disponen de todos los medios necesarios para que su educación e
inserción social sea adecuada y completa. El bloqueo entorpece y también
hace muy costosa la adquisición de los materiales didácticos
imprescindibles para la buena formación de estos pequeños con
necesidades educativas especiales.
Ydiolis Rodríguez, es el director de la escuela, y asegura que el bloqueo provoca que esos recursos se adquieran en terceros países lo que en ocasiones triplica el precio. Y son precios tan elevados como una impresora braille en mil 400 dólares que pudiera ser en 300, un termófono que es para la elaboración de medios al relieve 2 mil 500 dólares pudiera ser adquirido en mil 600, hojas braille que implica 36 centavos en cuc que pudiera ser en 25 centavos.
También existe dificultad para importar herramientas didácticas como mapas de relieve e instrumentos de trazado que comercializan los norteamericanos, y se adquieren en países más lejanos, lo cual los encarece.
La educación especial en Cuba cuenta con personal capacitado y especializado, pero requiere también de la disponibilidad de recursos, limitados hace más de 50 años por la hostil política contra la Isla. Los esfuerzos y empeños de nuestros educadores elaborando medios alternativos salvan algunos obstáculos pero no son suficientes. La exitosa incorporación de estos niños y adolescentes a la sociedad requiere de ayuda tecnológica y el bloqueo obstaculiza su llegada a nuestro país.
En nuestra provincia de Santiago de Cuba, se destina a la Educación el 25.6 % del Presupuesto del presente año.
Estos recursos garantizan la continuidad de los programas del Sistema Nacional de Educación, con una matrícula de 178 mil alumnos y el funcionamiento de 1 173 centros, entre los que se encuentran 82 círculos infantiles, 46 escuelas especiales y 41 centros internos.
Ydiolis Rodríguez, es el director de la escuela, y asegura que el bloqueo provoca que esos recursos se adquieran en terceros países lo que en ocasiones triplica el precio. Y son precios tan elevados como una impresora braille en mil 400 dólares que pudiera ser en 300, un termófono que es para la elaboración de medios al relieve 2 mil 500 dólares pudiera ser adquirido en mil 600, hojas braille que implica 36 centavos en cuc que pudiera ser en 25 centavos.
También existe dificultad para importar herramientas didácticas como mapas de relieve e instrumentos de trazado que comercializan los norteamericanos, y se adquieren en países más lejanos, lo cual los encarece.
La educación especial en Cuba cuenta con personal capacitado y especializado, pero requiere también de la disponibilidad de recursos, limitados hace más de 50 años por la hostil política contra la Isla. Los esfuerzos y empeños de nuestros educadores elaborando medios alternativos salvan algunos obstáculos pero no son suficientes. La exitosa incorporación de estos niños y adolescentes a la sociedad requiere de ayuda tecnológica y el bloqueo obstaculiza su llegada a nuestro país.
En nuestra provincia de Santiago de Cuba, se destina a la Educación el 25.6 % del Presupuesto del presente año.
Estos recursos garantizan la continuidad de los programas del Sistema Nacional de Educación, con una matrícula de 178 mil alumnos y el funcionamiento de 1 173 centros, entre los que se encuentran 82 círculos infantiles, 46 escuelas especiales y 41 centros internos.
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