Santiago de Cuba, 27 oct.— El huracán Sandy dejó la agricultura santiaguera devastada con la furia de los vientos. Desde los cultivos varios hasta las cosechas especializadas y la cría de los animales sufrieron los embates del fenómeno siendo afectados casi en su totalidad. A cuatro años del meteoro los campos de Santiago de Cuba muestran una recuperación casi total gracias al esfuerzo de los campesinos.
Es quizás el ejemplo del campesino
Yunior Sariol uno de los tantos que ilustran a micro escala cuánto han
borrado el tiempo y el trabajo constante, los vestigios del Huracán
Sandy en la agricultura santiaguera.
Hoy en su finca en la localidad El cañón no hay ni un detalle que denote el paso despiadado de Sandy y sólo en su mente guarda con amargura la noche en que perdió casi todas sus producciones.
“Sólo pensaba en mis animales, en mi café, en lo cultivos, deseaba que caminara rápido el tiempo, pero aquello era segundo a segundo, a la mañana siguiente me senté por un segundo a mirar el desastre, no pasó mucho tiempo y me levanté y dije, Palante!”, cuenta Yuni, como se le conoce por estos lares.
Precisamente hace cuatro años el amanecer del 25 de octubre trajo un panorama de desolación a los campos santiagueros. Por doquier estaba la destrucción que Sandy infligió a la agricultura de esta zona del país. Más del 70 por ciento del sector agrícola resultó fustigado por el ciclón más poderoso que haya entrado a Santiago de Cuba en los últimos 40 años.
Inmediatamente las estrategias comenzaron a resarcir lo que la propia naturaleza había deshecho con tanta furia. La recuperación en los campos fue un evento multicausal pero la voluntad y esfuerzo del campesinado junto a las acciones del Ministerio de la Agricultura y la guía política fueron determinantes para levantar en poco tiempo lo que el viento se llevó.
“Nos tomó como tres días llegar hasta las montañas y hacer defectaciones de los daños. Para ello hubo que abrirse camino entre la maleza, los troncos de árboles, piedras, en fin, una verdadera odisea. Particularmente llegué con un equipo del Ministerio de la Agricultura en Santiago a la localidad de la Caoba, allí todo el café había sido aplastado”, dice Leonel Sánchez Urquía, Subdelegado del MINAGRI en Santiago de Cuba.
Aunque todos los sectores fueron dañados algunos como las casa de cultivos protegidos resultaron devastados en su totalidad.
“En Santiago de Cuba contamos con 115 casas de tapado, todas fueron al piso porque no hubo tiempo para desmontar, en eso Sandy fue atípico. Sin embargo hoy contamos con el 80 por ciento de esas estructuras livianas. No se ha podido recuperar todo, fue muy fuerte el golpe del huracán”, dice Kirenia Sánchez Morell, especialista de Casas de Cultivos Protegidos que labora en la unidad Campo Antena.
La empresa avícola fue otra de las más vapuleadas, sobre todo en las cubiertas de las naves de las gallinas ponedoras. Este y otros daños redujeron considerablemente la producción de huevos.
“La empresa avícola tuvo pérdidas por más de ocho millones de pesos si contabilizamos los techos de las naves, los animales, los zócalos, las mantas. Hoy estamos recuperados estructuralmente, falta seguir haciendo más por incrementar la producción de huevos”, explica Yoerkis Ramírez Rivera, director Adjunto de la Empresa Avícola Santiago de Cuba.
Así mismo Sandy doblegó a los troncos más fuertes infligiendo cuantiosas pérdidas en la actividad forestal. El descalabro que causó en las especies madereras hizo que a este fenómeno se le conociera como el leñador. La ganadería y las unidades porcinas tampoco escaparon a la furia de Sandy y en el sector azucarero y cafetalero aún están vívidas las imágenes del arrasado total.
“Hemos implementado programas de recuperación y crecimiento. No nos conformamos con sólo alcanzar lo que perdimos. La estratageía ha sido incrementar en todos los sectores la producción. El café ya está recuperado y las plantaciones de caña y cultivos varios. Estamos en buen momento”, concluye el subdelegado Leonel Sánchez.
Han pasado cuatro años y cuando se recorren los campos de la provincia se devela una agricultura fortalecida. Los cultivos y las crianzas han hecho frente a la sequía con alternativas que le permiten salir adelante, pero nada ha adolorido más al campesinado en los últimos tiempos que el siniestro Sandy. Cuando hoy se les pregunta a todos los productores y funcionarios sobre el estado de la agricultura en Santiago de Cuba la diversidad de criterios aflora, pero todos concuerdan en que se ha levantado mucho más el sector agrícola.
“Cuando pasó el huracán Sandy en esta provincia se afectaron unas 9 200 hectáreas de plátanos. Hoy Contamos con 11 300 hectáreas de plátanos totalmente recuperadas y en producción. Esto por sólo citar un ejemplo de uno de los cultivos más afectados.”, explica Sánchez Urquía.
Fuimos en busca de historias y enseñanzas sobre Sandy en las fincas y unidades pero bastó la filosofía del joven campesino Yunior Sariol para entender la vertiginosa recuperación de la agricultura santiaguera. “Eso le ha pasado a todos los campesinos en Cuba, los ciclones han estado por todo nuestro país. La esencia es levantarse, no tener miedo”. Esta se seguro pudo ser la respuesta en cualquier sitio de Santiago de Cuba.
Hoy en su finca en la localidad El cañón no hay ni un detalle que denote el paso despiadado de Sandy y sólo en su mente guarda con amargura la noche en que perdió casi todas sus producciones.
“Sólo pensaba en mis animales, en mi café, en lo cultivos, deseaba que caminara rápido el tiempo, pero aquello era segundo a segundo, a la mañana siguiente me senté por un segundo a mirar el desastre, no pasó mucho tiempo y me levanté y dije, Palante!”, cuenta Yuni, como se le conoce por estos lares.
Precisamente hace cuatro años el amanecer del 25 de octubre trajo un panorama de desolación a los campos santiagueros. Por doquier estaba la destrucción que Sandy infligió a la agricultura de esta zona del país. Más del 70 por ciento del sector agrícola resultó fustigado por el ciclón más poderoso que haya entrado a Santiago de Cuba en los últimos 40 años.
Inmediatamente las estrategias comenzaron a resarcir lo que la propia naturaleza había deshecho con tanta furia. La recuperación en los campos fue un evento multicausal pero la voluntad y esfuerzo del campesinado junto a las acciones del Ministerio de la Agricultura y la guía política fueron determinantes para levantar en poco tiempo lo que el viento se llevó.
“Nos tomó como tres días llegar hasta las montañas y hacer defectaciones de los daños. Para ello hubo que abrirse camino entre la maleza, los troncos de árboles, piedras, en fin, una verdadera odisea. Particularmente llegué con un equipo del Ministerio de la Agricultura en Santiago a la localidad de la Caoba, allí todo el café había sido aplastado”, dice Leonel Sánchez Urquía, Subdelegado del MINAGRI en Santiago de Cuba.
Aunque todos los sectores fueron dañados algunos como las casa de cultivos protegidos resultaron devastados en su totalidad.
“En Santiago de Cuba contamos con 115 casas de tapado, todas fueron al piso porque no hubo tiempo para desmontar, en eso Sandy fue atípico. Sin embargo hoy contamos con el 80 por ciento de esas estructuras livianas. No se ha podido recuperar todo, fue muy fuerte el golpe del huracán”, dice Kirenia Sánchez Morell, especialista de Casas de Cultivos Protegidos que labora en la unidad Campo Antena.
La empresa avícola fue otra de las más vapuleadas, sobre todo en las cubiertas de las naves de las gallinas ponedoras. Este y otros daños redujeron considerablemente la producción de huevos.
“La empresa avícola tuvo pérdidas por más de ocho millones de pesos si contabilizamos los techos de las naves, los animales, los zócalos, las mantas. Hoy estamos recuperados estructuralmente, falta seguir haciendo más por incrementar la producción de huevos”, explica Yoerkis Ramírez Rivera, director Adjunto de la Empresa Avícola Santiago de Cuba.
Así mismo Sandy doblegó a los troncos más fuertes infligiendo cuantiosas pérdidas en la actividad forestal. El descalabro que causó en las especies madereras hizo que a este fenómeno se le conociera como el leñador. La ganadería y las unidades porcinas tampoco escaparon a la furia de Sandy y en el sector azucarero y cafetalero aún están vívidas las imágenes del arrasado total.
“Hemos implementado programas de recuperación y crecimiento. No nos conformamos con sólo alcanzar lo que perdimos. La estratageía ha sido incrementar en todos los sectores la producción. El café ya está recuperado y las plantaciones de caña y cultivos varios. Estamos en buen momento”, concluye el subdelegado Leonel Sánchez.
Han pasado cuatro años y cuando se recorren los campos de la provincia se devela una agricultura fortalecida. Los cultivos y las crianzas han hecho frente a la sequía con alternativas que le permiten salir adelante, pero nada ha adolorido más al campesinado en los últimos tiempos que el siniestro Sandy. Cuando hoy se les pregunta a todos los productores y funcionarios sobre el estado de la agricultura en Santiago de Cuba la diversidad de criterios aflora, pero todos concuerdan en que se ha levantado mucho más el sector agrícola.
“Cuando pasó el huracán Sandy en esta provincia se afectaron unas 9 200 hectáreas de plátanos. Hoy Contamos con 11 300 hectáreas de plátanos totalmente recuperadas y en producción. Esto por sólo citar un ejemplo de uno de los cultivos más afectados.”, explica Sánchez Urquía.
Fuimos en busca de historias y enseñanzas sobre Sandy en las fincas y unidades pero bastó la filosofía del joven campesino Yunior Sariol para entender la vertiginosa recuperación de la agricultura santiaguera. “Eso le ha pasado a todos los campesinos en Cuba, los ciclones han estado por todo nuestro país. La esencia es levantarse, no tener miedo”. Esta se seguro pudo ser la respuesta en cualquier sitio de Santiago de Cuba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario