Santiago de Cuba, 29 sep.— Este día está dedicado a recordar a Paquito González, el primer mártir pionero asesinado hace 82 años en una manifestación que se efectuó en una fecha como esta pero de 1933 para recibir las cenizas de Julio Antonio Mella.
Paquito González, estaba afiliado a la
Liga de los Pioneros, una organización que agrupaba a los niños cubanos y
futuros militantes del Partido Comunista y antes de partir para la
manifestación había expresado a su madre: "Julio Antonio Mella murió por
la Revolución y mi deber es ir a su entierro aunque me maten"
Las cenizas de Julio Antonio Mella habían llegado a Cuba procedentes de Méjico, el 27 de septiembre de 1933 y, el pueblo se aprestaba a rendirle el merecido homenaje al líder comunista asesinado en la capital azteca por esbirros de la dictadura de Gerardo Machado en enero de 1929.
Pero el jefe del ejército, Coronel Fulgencio Batista había dicho que no permitiría ningún homenaje popular a Mella y lanzó sus cuerpos represivos a la calle, para contener la multitud, que desafiando esa prohibición, cargó en sus brazos la urna con las cenizas del joven revolucionario para llevarla y depositarla en un sitio próximo a la Universidad de la Habana.
A la altura de la calle Reina, los agentes represivos atacaron a los pacíficos manifestantes y abrieron fuego contra ellos, siendo abatido por las balas el pionero y adolescente, Paquito González, que en esos momentos alzaba en sus brazos un cartel que decía: ¡Abajo el imperialismo!, convirtiéndose así en el primer mártir de los pioneros cubanos.
El ejemplo de aquel niño, su responsabilidad y sentido del deber para con la patria, constituye hoy un paradigma para la actual Organización de Pioneros José Martí, que como Paquito González están dispuestos a darlo todo por la Revolución, hasta la vida si fuese necesario.
Las cenizas de Julio Antonio Mella habían llegado a Cuba procedentes de Méjico, el 27 de septiembre de 1933 y, el pueblo se aprestaba a rendirle el merecido homenaje al líder comunista asesinado en la capital azteca por esbirros de la dictadura de Gerardo Machado en enero de 1929.
Pero el jefe del ejército, Coronel Fulgencio Batista había dicho que no permitiría ningún homenaje popular a Mella y lanzó sus cuerpos represivos a la calle, para contener la multitud, que desafiando esa prohibición, cargó en sus brazos la urna con las cenizas del joven revolucionario para llevarla y depositarla en un sitio próximo a la Universidad de la Habana.
A la altura de la calle Reina, los agentes represivos atacaron a los pacíficos manifestantes y abrieron fuego contra ellos, siendo abatido por las balas el pionero y adolescente, Paquito González, que en esos momentos alzaba en sus brazos un cartel que decía: ¡Abajo el imperialismo!, convirtiéndose así en el primer mártir de los pioneros cubanos.
El ejemplo de aquel niño, su responsabilidad y sentido del deber para con la patria, constituye hoy un paradigma para la actual Organización de Pioneros José Martí, que como Paquito González están dispuestos a darlo todo por la Revolución, hasta la vida si fuese necesario.
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