Palma Soriano, Santiago de Cuba, 29 sep.— El barrio es como la patria chica y son muchos los oficios que se desempeñan en esta demarcación que quines lo ejercen merecen el reconocimiento por su labor.
Una breve ojeada a mi demarcación y no
puedo olvidar a Eduardo el zapatero, ¿de cuántos apuros nos saca a cada
rato sin que medien horarios?. También está “el gordo”, así lo conocemos
los vecinos, el del timbiriche de la esquina desde las 5 de la mañana
está ofreciendo un buen desayuno a quienes pasan a trabajar, las madres
acuden a resolver la merienda del niño para la escuela y todo el que
pasa cerca aplaca su apetito con un servicio ágil.
En calle Nueva está un agente de telecomunicaciones de ETECSA, sin dudas estos servicios que se acercan a la población favorecen a su calidad de vida, así nos explica Nivardo Vicet Durañona, quien es el responsable del teléfono.
Me comenta que atiende a más de 800 personas porque la densidad telefónica en el consejo Popular “La Ceiba” es bastante baja, también venden cupones, tarjetas propias y muchos como él recepcionan las facturas telefónicas de los vecinos y las pagan facilitando al cliente esta prestación.
Maida Álvarez Leyva, se encontraba haciendo una llamada y al colgar nos dice que ella es clienta habitual de esta pública, que considera que es muy necesaria, pues resuelve cuando uno necesita hacer llamadas de urgencia y facilita la vida de la gente. Ellos tienen un horario, pero si hay una emergencia te atienden sin problemas.
En la tienda “La Mambisa” Rogelio trabaja hace 21 años y se desempeña como administrador y Nuri, la dependienta es su compañera por 9, conocen a todos y ofrecen un buen trabajo.
Isabel Echavarría consumidora resalta la disciplina y el buen trato de los bodegueros, dice que siempre están dispuestos a servir a la gente que en muchas ocasione las personas llegan corriendo del trabajo y ellos están cerrando y de todas formas atienden a los vecinos.
La Carnicería “La Ceiba” posee más de 300 consumidores. “Sus puertas se mantienen abiertas mientras exista producto que vender a la población”, nos dice Hidroilia Naranjo quien compraba en el momento de nuestra visita una carne de cerdo liberada, ”el carnicero trata bien a toda la gente del barrio”.
Jorge Carlos Jiménez Enamorado, es el carnicero desde hace 15 años con su forma aflable y su ligera tartamudez me comenta que él se siente bien en esta casilla,” no tiengo horario para irme, cuando llega la carne de dieta le aviso a los vecinos que se demoran en venir, la gente me lleva bien, uando llega el ollo que es lo más difícil de vender por la cantidad los vecinos me traen café, refresco, dulce, yo me siento como si fuera parte de la familia de la gente de La Ceiba.“
Barrenderos, costureras, manicuris, limpia botas y muchos más que satisfacen las necesidades de la población ejerciendo oficios que solucionan y facilitan la vida en el barrio merecen el reconocimiento de todos.
En calle Nueva está un agente de telecomunicaciones de ETECSA, sin dudas estos servicios que se acercan a la población favorecen a su calidad de vida, así nos explica Nivardo Vicet Durañona, quien es el responsable del teléfono.
Me comenta que atiende a más de 800 personas porque la densidad telefónica en el consejo Popular “La Ceiba” es bastante baja, también venden cupones, tarjetas propias y muchos como él recepcionan las facturas telefónicas de los vecinos y las pagan facilitando al cliente esta prestación.
Maida Álvarez Leyva, se encontraba haciendo una llamada y al colgar nos dice que ella es clienta habitual de esta pública, que considera que es muy necesaria, pues resuelve cuando uno necesita hacer llamadas de urgencia y facilita la vida de la gente. Ellos tienen un horario, pero si hay una emergencia te atienden sin problemas.
En la tienda “La Mambisa” Rogelio trabaja hace 21 años y se desempeña como administrador y Nuri, la dependienta es su compañera por 9, conocen a todos y ofrecen un buen trabajo.
Isabel Echavarría consumidora resalta la disciplina y el buen trato de los bodegueros, dice que siempre están dispuestos a servir a la gente que en muchas ocasione las personas llegan corriendo del trabajo y ellos están cerrando y de todas formas atienden a los vecinos.
La Carnicería “La Ceiba” posee más de 300 consumidores. “Sus puertas se mantienen abiertas mientras exista producto que vender a la población”, nos dice Hidroilia Naranjo quien compraba en el momento de nuestra visita una carne de cerdo liberada, ”el carnicero trata bien a toda la gente del barrio”.
Jorge Carlos Jiménez Enamorado, es el carnicero desde hace 15 años con su forma aflable y su ligera tartamudez me comenta que él se siente bien en esta casilla,” no tiengo horario para irme, cuando llega la carne de dieta le aviso a los vecinos que se demoran en venir, la gente me lleva bien, uando llega el ollo que es lo más difícil de vender por la cantidad los vecinos me traen café, refresco, dulce, yo me siento como si fuera parte de la familia de la gente de La Ceiba.“
Barrenderos, costureras, manicuris, limpia botas y muchos más que satisfacen las necesidades de la población ejerciendo oficios que solucionan y facilitan la vida en el barrio merecen el reconocimiento de todos.
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