Santiago de Cuba, 27 ago.— La familia de un campeón olímpico siente cada momento en la competición del atleta como si lo estuviera viviendo, por eso el encuentro entre Ismael Borrero con su madre y hermanos fue bien emotivo.
Y
mucho más emocionante para este héroe olímpico el recibimiento en la
zona donde dio sus primeros pasos, donde vivió las primeras victorias y
los primeros reveces.
Sus vecinos que lo vieron convertirse en triunfador le rindieron el tributo merecido. Las autoridades del INDER en la indómita Santiago de Cuba igualmente condecoraron al luchador, junto a las autoridades del gobierno.
Un momento especial fue el saludo con su entrenador de la infancia, acompañante en los inicios.
Todos los vecinos querían llegar hasta el deportista, preguntarle por la ciudad maravillosa, como se sentía o captar el momento para la eternidad.
Recibimiento de un campeón en su tierra natal, después de alcanzar la gloria bajo los cinco aros.
Sus vecinos que lo vieron convertirse en triunfador le rindieron el tributo merecido. Las autoridades del INDER en la indómita Santiago de Cuba igualmente condecoraron al luchador, junto a las autoridades del gobierno.
Un momento especial fue el saludo con su entrenador de la infancia, acompañante en los inicios.
Todos los vecinos querían llegar hasta el deportista, preguntarle por la ciudad maravillosa, como se sentía o captar el momento para la eternidad.
Recibimiento de un campeón en su tierra natal, después de alcanzar la gloria bajo los cinco aros.
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