Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 28 may.— Hace 59 años, a las seis y quince minutos de la madrugada del 28 de mayo de 1957 a la orden del Comandante en Jefe Fidel Castro y todavía entre las sombras de la noche, se iniciaba uno de los más importantes combates librados por el Ejército Rebelde en la Sierra Maestra: el de la toma del cuartel de Uvero, localidad situada hoy en el actual municipio santiaguero de Guamá.
Santiago de Cuba, 28 may.— Hace 59 años, a las seis y quince minutos de la madrugada del 28 de mayo de 1957 a la orden del Comandante en Jefe Fidel Castro y todavía entre las sombras de la noche, se iniciaba uno de los más importantes combates librados por el Ejército Rebelde en la Sierra Maestra: el de la toma del cuartel de Uvero, localidad situada hoy en el actual municipio santiaguero de Guamá.
Ya a estas alturas, después de más de
casi seis meses de existencia de la guerrilla, el Ejército Rebelde había
librado otros combates en el sur de la Sierra Maestra, como los de La
Plata, Arroyo del Infierno, Altos de Caracas y Alto de Espinosa.
Sin embargo, el combate de Uvero —a decir del Che—, fue el que marcó la mayoría de edad del Ejército Rebelde, en primer lugar, porque acrecentó la moral de aquella pequeña tropa y en segundo, porque ninguna de las otras acciones habían logrado la conmoción que esta victoria que obligó al régimen tiránico a cambiar su estrategia, pasando de la tenencia de pequeños cuarteles en la Sierra Maestra a la de grandes concentraciones de tropas con sus ventajas y desventajas para la guerrilla.
El de Uvero fue un combate duro y uno de los más sangrientos llevado cabo por la guerrilla en la Sierra Maestra. Tuvo una duración de dos horas y cuarenta y cinco minutos y en él tomaron parte unos 120 rebeldes y 53 soldados asentados en ese cuartel.
Se combatió duramente por ambos bandos y el saldo final fue de siete guerrilleros muertos y ocho heridos, mientras que el Ejército tuvo 11 muertos, 19 heridos y 16 prisioneros.
La guerrilla obtuvo en este combate numerosas armas y más de 6 mil proyectiles, así como otros avituallamientos de importancia, que contribuirían a mejorar la situación del Ejército Rebelde.
El Combate del Uvero demostró una vez más que la victoria siempre está de parte de los que luchan por la justicia y en ese sentido, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó en uno de sus aniversarios: "Cuando aprendimos a quitarle las armas al enemigo, habíamos aprendido a hacer la guerra, habíamos aprendido a ser invencibles, ¡habíamos aprendido a vencer!”.
Sin embargo, el combate de Uvero —a decir del Che—, fue el que marcó la mayoría de edad del Ejército Rebelde, en primer lugar, porque acrecentó la moral de aquella pequeña tropa y en segundo, porque ninguna de las otras acciones habían logrado la conmoción que esta victoria que obligó al régimen tiránico a cambiar su estrategia, pasando de la tenencia de pequeños cuarteles en la Sierra Maestra a la de grandes concentraciones de tropas con sus ventajas y desventajas para la guerrilla.
El de Uvero fue un combate duro y uno de los más sangrientos llevado cabo por la guerrilla en la Sierra Maestra. Tuvo una duración de dos horas y cuarenta y cinco minutos y en él tomaron parte unos 120 rebeldes y 53 soldados asentados en ese cuartel.
Se combatió duramente por ambos bandos y el saldo final fue de siete guerrilleros muertos y ocho heridos, mientras que el Ejército tuvo 11 muertos, 19 heridos y 16 prisioneros.
La guerrilla obtuvo en este combate numerosas armas y más de 6 mil proyectiles, así como otros avituallamientos de importancia, que contribuirían a mejorar la situación del Ejército Rebelde.
El Combate del Uvero demostró una vez más que la victoria siempre está de parte de los que luchan por la justicia y en ese sentido, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó en uno de sus aniversarios: "Cuando aprendimos a quitarle las armas al enemigo, habíamos aprendido a hacer la guerra, habíamos aprendido a ser invencibles, ¡habíamos aprendido a vencer!”.
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