Palma Soriano, Santiago de Cuba, 19 mar.— A José Antonio Pérez Cedeño todos lo conocen como Pedruco. Su finca “Niña Bonita” en el Purial de Palma Soriano, es de Referencia Nacional en la agricultura urbana.
De lunes a domingo se levanta a las 5 de la mañana, y prepara las condiciones para realizar el ordeño de diez chivas.
Este subprograma caprino lo comenzó a desarrollar hace unos años y le gusta mucho según nos refiere. El año pasado acopio 2000 litros de leche de chiva y entregó dos toneladas de carne por lo que fue el mejor productor del municipio.
En este empeño toda la familia colabora y tienen una motivación especial me comenta Emilia Figueredo Cardoso, su suegra, que desde temprano todos en la casa están de pie, se cuela café, se prepara desayuno y que Luis Manuel, el viejo, no la deja dormir de inquieto en la cama, si escuchan un ruido enseguida se tira para ver que le pasa a los animales, que él ayuda a Pedruco con el ordeño, luego sueltan a los chivitos para que sus mamás los amamanten.
Luis Manuel Tabares dice que el trabajo no se acaba nunca que después de eso hay que llevar a pastar el rebaño y buscar el agua en un río que está por un peñasco difícil de subir para los bueyes.
Después del ordeño Yuleidis Tabares Figueredo la esposa de Pedruco cuela la leche y él sale a llevarla en su bicicleta hasta el punto de venta donde lo esperan 16 familias con dietas médicas. Recorre diariamente más de 20 Km de ida y vuelta.
A pesar del esfuerzo este joven productor de leche de chiva dice que él está comprometido con esas familias que lo esperan cada mañana porque sabe que esta leche es vital para mantener la salud de esos niños.
Así lo corrobora Yaniurka Fabré Castillo, madre de dos niños pequeños que esperaban junto a ella la llegada de la leche en el punto de venta de la cooperativa Victoria de Girón, quien nos dice que si no fuera por Pedruco y Yurixander otro productor, sus hijos siempre estuvieran en el hospital porque padecen déficit enzimático y no pueden tomar leche de vaca.
Olga Lidia Solano, es la dependienta y nos comenta que las familias vienen temprano porque ahora con la sequía no hay mucha leche, pero que siempre se trata de que todos alcancen aunque sea un litro.
Cuando nos retirábamos del lugar el abuelo Rodolfo Pérez García nos interpela diciéndonos que él agradece a Pedruco por venir todos los días a traer la leche porque su nieto tiene una parálisis cerebral y este es uno de los alimentos necesarios para su dieta.
Pedruco al escuchar estas opiniones me dijo: ”el agradecimiento de esta gente es mi mayor riqueza”
Este subprograma caprino lo comenzó a desarrollar hace unos años y le gusta mucho según nos refiere. El año pasado acopio 2000 litros de leche de chiva y entregó dos toneladas de carne por lo que fue el mejor productor del municipio.
En este empeño toda la familia colabora y tienen una motivación especial me comenta Emilia Figueredo Cardoso, su suegra, que desde temprano todos en la casa están de pie, se cuela café, se prepara desayuno y que Luis Manuel, el viejo, no la deja dormir de inquieto en la cama, si escuchan un ruido enseguida se tira para ver que le pasa a los animales, que él ayuda a Pedruco con el ordeño, luego sueltan a los chivitos para que sus mamás los amamanten.
Luis Manuel Tabares dice que el trabajo no se acaba nunca que después de eso hay que llevar a pastar el rebaño y buscar el agua en un río que está por un peñasco difícil de subir para los bueyes.
Después del ordeño Yuleidis Tabares Figueredo la esposa de Pedruco cuela la leche y él sale a llevarla en su bicicleta hasta el punto de venta donde lo esperan 16 familias con dietas médicas. Recorre diariamente más de 20 Km de ida y vuelta.
A pesar del esfuerzo este joven productor de leche de chiva dice que él está comprometido con esas familias que lo esperan cada mañana porque sabe que esta leche es vital para mantener la salud de esos niños.
Así lo corrobora Yaniurka Fabré Castillo, madre de dos niños pequeños que esperaban junto a ella la llegada de la leche en el punto de venta de la cooperativa Victoria de Girón, quien nos dice que si no fuera por Pedruco y Yurixander otro productor, sus hijos siempre estuvieran en el hospital porque padecen déficit enzimático y no pueden tomar leche de vaca.
Olga Lidia Solano, es la dependienta y nos comenta que las familias vienen temprano porque ahora con la sequía no hay mucha leche, pero que siempre se trata de que todos alcancen aunque sea un litro.
Cuando nos retirábamos del lugar el abuelo Rodolfo Pérez García nos interpela diciéndonos que él agradece a Pedruco por venir todos los días a traer la leche porque su nieto tiene una parálisis cerebral y este es uno de los alimentos necesarios para su dieta.
Pedruco al escuchar estas opiniones me dijo: ”el agradecimiento de esta gente es mi mayor riqueza”
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