Por Rosalina Tamayo Arañó
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 17 mar.— Son pocas las mujeres que se desempeñan como ingeniera mecánica en una industria azucarera, ese es el caso de la palmera Nilda Díaz Valdés.
Palma Soriano, Santiago de Cuba, 17 mar.— Son pocas las mujeres que se desempeñan como ingeniera mecánica en una industria azucarera, ese es el caso de la palmera Nilda Díaz Valdés.
Esta mujer de mediana estatura, se
agiganta cada día ante las diferentes actividades que asume en su ámbito
laboral, social y familiar.
Hay que verla en su bicicleta hacer el recorrido hasta el central, descubrirla bajo el casco constatando la reparación y el mantenimiento de los equipos del área de fabricación del complejo azucarero Dos Ríos donde trabaja jornada de 10 horas.
Verla impulsar las actividades de su cuadra donde se desempaña como presidenta de su Comité de Defensa de la Revolución y continuar con fuerzas para hacer los quehaceres hogareños, atender a su esposo y sus dos hijos y al final de cada día visitar a su madre que ya es una anciana, me revela a una mariana de estos tiempos.
En el año 1987 comenzó como dibujante de diseño de troqueles en el central azucarero palmero. Estudió por curso dirigido la ingeniería mecánica graduándose en 1993.
Hoy es especialista de mantenimiento, actualiza las pizarras informativas y pasa a la computadora el diagnóstico de cada equipo.
Posee el título de Master en Eficiencia Energética. Por 10 años fue profesora adjunta de la sede universitaria municipal de las carreras de Agronomía, Agroindustrial y Mecánica.
Sin dudas su menudo cuerpo no da la medida de cuanta fuerza de voluntad existen en el alma y la mente de Nilda, su discreta manera de ser la hacen pasar desapercibida para los ojos de muchos que no pueden imaginar que detrás de ese rostro haya una heroína de la vida cotidiana.
Hay que verla en su bicicleta hacer el recorrido hasta el central, descubrirla bajo el casco constatando la reparación y el mantenimiento de los equipos del área de fabricación del complejo azucarero Dos Ríos donde trabaja jornada de 10 horas.
Verla impulsar las actividades de su cuadra donde se desempaña como presidenta de su Comité de Defensa de la Revolución y continuar con fuerzas para hacer los quehaceres hogareños, atender a su esposo y sus dos hijos y al final de cada día visitar a su madre que ya es una anciana, me revela a una mariana de estos tiempos.
En el año 1987 comenzó como dibujante de diseño de troqueles en el central azucarero palmero. Estudió por curso dirigido la ingeniería mecánica graduándose en 1993.
Hoy es especialista de mantenimiento, actualiza las pizarras informativas y pasa a la computadora el diagnóstico de cada equipo.
Posee el título de Master en Eficiencia Energética. Por 10 años fue profesora adjunta de la sede universitaria municipal de las carreras de Agronomía, Agroindustrial y Mecánica.
Sin dudas su menudo cuerpo no da la medida de cuanta fuerza de voluntad existen en el alma y la mente de Nilda, su discreta manera de ser la hacen pasar desapercibida para los ojos de muchos que no pueden imaginar que detrás de ese rostro haya una heroína de la vida cotidiana.
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