Por Armando Fernández Martí/ foto de internet
En sentidas ceremonias llevadas a cabo en los 169
municipios del país el 7 de diciembre de 1989, hace hoy 25 años, fueron
inhumados los restos de los más de 2000 combatientes cubanos que
perdieron la vida en cumplimientos de misiones internacionalistas
militares y civiles en otras tierras del mundo, fundamentalmente en el
Continente Africano.
El traslado de los restos de los caídos
hacia Cuba tuvo lugar entre el 24 de noviembre y el 4 de diciembre de
1969, luego que especialistas del Instituto de Medicina Legal realizaran
una encomiable labor en la identificación de cada osamenta o cadáver,
antes de ser traídos de regreso a la patria para su inhumación.
Las difíciles condiciones de la guerra no permitieron que los restos de los muertos en otras tierras como Angola, Etiopía y Nicaragua entre otros países del mundo, fueran trasladados a la Isla en el momento de sus caídas, por lo que resultó un trance muy doloroso para sus familiares esperar varios años para reencontrarse con ellos y llorarlos junto a todos los revolucionarios cubanos.
Ese 7 de diciembre de 1989 durante la Operación Tributo, los restos de los 2035 combatientes muertos en operaciones militares y los 204 en colaboraciones civiles vinculadas a ella, recibieron el homenaje de todo el pueblo al ser inhumados sus restos en los Panteones de los Caídos, levantados en cada municipio del país para perpetuar el recuerdo de esos mártires caídos por la libertad e independencia de otros pueblos del mundo.
La ceremonia central de esta luctuosa jornada se llevó a cabo en el Cacahual, donde reposan los restos del Lugarteniente General del Ejército Libertador, Antonio Maceo Grajales y su ayudante el Capitán Panchito Gómez Toro, con la presencia del Presidente de Angola José Eduardo Do Santos y el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien expresó: “Ellos murieron por el internacionalismo. Ellos murieron por el Socialismo. Ellos murieron por la Patria Revolucionaria y Digna que es hoy Cuba. ¡Sabremos ser capaces de seguir su ejemplo! Para ellos: ¡Gloria Eterna!
25 años después el recuerdo de los 2239 cubanos que perdieron la vida por la libertad y la independencia de otros pueblos del mundo están presente en el corazón de su pueblo que siempre lo recordará porque ellos, como señalara José Martí “Son el altar más sagrado de la Patria”
Las difíciles condiciones de la guerra no permitieron que los restos de los muertos en otras tierras como Angola, Etiopía y Nicaragua entre otros países del mundo, fueran trasladados a la Isla en el momento de sus caídas, por lo que resultó un trance muy doloroso para sus familiares esperar varios años para reencontrarse con ellos y llorarlos junto a todos los revolucionarios cubanos.
Ese 7 de diciembre de 1989 durante la Operación Tributo, los restos de los 2035 combatientes muertos en operaciones militares y los 204 en colaboraciones civiles vinculadas a ella, recibieron el homenaje de todo el pueblo al ser inhumados sus restos en los Panteones de los Caídos, levantados en cada municipio del país para perpetuar el recuerdo de esos mártires caídos por la libertad e independencia de otros pueblos del mundo.
La ceremonia central de esta luctuosa jornada se llevó a cabo en el Cacahual, donde reposan los restos del Lugarteniente General del Ejército Libertador, Antonio Maceo Grajales y su ayudante el Capitán Panchito Gómez Toro, con la presencia del Presidente de Angola José Eduardo Do Santos y el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien expresó: “Ellos murieron por el internacionalismo. Ellos murieron por el Socialismo. Ellos murieron por la Patria Revolucionaria y Digna que es hoy Cuba. ¡Sabremos ser capaces de seguir su ejemplo! Para ellos: ¡Gloria Eterna!
25 años después el recuerdo de los 2239 cubanos que perdieron la vida por la libertad y la independencia de otros pueblos del mundo están presente en el corazón de su pueblo que siempre lo recordará porque ellos, como señalara José Martí “Son el altar más sagrado de la Patria”
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