Por Kenia Tabares Robles
Santiago de Cuba, 21 nov.— El Proyecto de Colaboración Por los Caminos del Café, entre la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba, la Unión Europea y la Fundación Malongo, de Francia, muestra interesantes resultados tras las investigaciones arqueológicas desarrolladas en las ruinas de la hacienda cafetalera Fraternidad.
Santiago de Cuba, 21 nov.— El Proyecto de Colaboración Por los Caminos del Café, entre la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba, la Unión Europea y la Fundación Malongo, de Francia, muestra interesantes resultados tras las investigaciones arqueológicas desarrolladas en las ruinas de la hacienda cafetalera Fraternidad.
En reciente visita a la obra objeto de
estudio, Olivier Perpoint, Coordinador del proyecto por la parte
francesa, expresó el interés de su fundación por revalorizar el sitio
Patrimonio de la Humanidad.
"Este proyecto tiene fuerza a nivel mundial, sobre todo porque va a incrementar el interés por este sitio. Si queremos que este sea un patrimonio vivo (una de las visiones del proyecto), debemos lograr que las personas se enamoren del lugar cuando lleguen aquí. Para Francia es muy importante porque se trata de una parte de la historia de nuestra nación muy vinculada a los anales del café y su desarrollo", acotó Perpoint.
Que el café cubano sea revalorizado en el mercado francés y europeo es otro de los objetivos del proyecto. La Empresa Malongo y su Fundación confían en Por los caminos del café, por ello desarrollan convenios de colaboración con el Ministerio de la Agricultura. El propósito es lograr un grano de calidad, teniendo en cuenta que actualmente el seis por ciento del café que se consume en esa nación, proviene de Cuba.
Gracias al trabajo del multidisciplinario equipo de especialistas, entre ellos arqueólogos, arquitectos, historiadores e ingenieros, se descubrieron nuevos aspectos sobre la estructura del inmueble. "Durante mucho tiempo se mantuvo la hipótesis de que el segundo nivel de la vivienda estuvo dedicado al uso doméstico, sin embargo, en estos momentos hemos detectado que no era así. A través de levantamiento arquitectónico y fotográfico, podemos afirmar que el segundo nivel tenía un uso industrial, ya fuera como almacén o área de contabilidad y finanzas", comentó la DrC. Yaumara López Segrera, Jefa del Departamento de Arqueología de la Oficina del Conservador de la Ciudad.
La especialista acotó que llegaron a esa conclusión, teniendo en cuenta que la hacienda era cafetalera - cacaotal, y que tenía una vida productiva continua, y "es por eso que las áreas industriales eran tan amplias dentro del inmueble".
Tras las investigaciones arqueológicas, actualmente es posible visualizar algunas evidencias materiales y sobre todo estructurales de lo que fuera la antigua hacienda. Los tanques de fermentación, el molino de descerezar y molino de descascarar, los secaderos, los canales de desagüe, los barracones y las habitaciones, muestran en todo su esplendor y complejidad el proceso de beneficio del café durante el siglo XIX, en Cuba.
Luego del recorrido por el área objeto de estudio y obra, el coordinador francés elogió el fuerte y complejo trabajo que desarrollan los miembros del proyecto "Por los caminos del café" (en condiciones de campaña), y dijo que vale la pena el esfuerzo porque “este es un patrimonio único, y constituye una potencia cultural”.
"Este proyecto tiene fuerza a nivel mundial, sobre todo porque va a incrementar el interés por este sitio. Si queremos que este sea un patrimonio vivo (una de las visiones del proyecto), debemos lograr que las personas se enamoren del lugar cuando lleguen aquí. Para Francia es muy importante porque se trata de una parte de la historia de nuestra nación muy vinculada a los anales del café y su desarrollo", acotó Perpoint.
Que el café cubano sea revalorizado en el mercado francés y europeo es otro de los objetivos del proyecto. La Empresa Malongo y su Fundación confían en Por los caminos del café, por ello desarrollan convenios de colaboración con el Ministerio de la Agricultura. El propósito es lograr un grano de calidad, teniendo en cuenta que actualmente el seis por ciento del café que se consume en esa nación, proviene de Cuba.
Gracias al trabajo del multidisciplinario equipo de especialistas, entre ellos arqueólogos, arquitectos, historiadores e ingenieros, se descubrieron nuevos aspectos sobre la estructura del inmueble. "Durante mucho tiempo se mantuvo la hipótesis de que el segundo nivel de la vivienda estuvo dedicado al uso doméstico, sin embargo, en estos momentos hemos detectado que no era así. A través de levantamiento arquitectónico y fotográfico, podemos afirmar que el segundo nivel tenía un uso industrial, ya fuera como almacén o área de contabilidad y finanzas", comentó la DrC. Yaumara López Segrera, Jefa del Departamento de Arqueología de la Oficina del Conservador de la Ciudad.
La especialista acotó que llegaron a esa conclusión, teniendo en cuenta que la hacienda era cafetalera - cacaotal, y que tenía una vida productiva continua, y "es por eso que las áreas industriales eran tan amplias dentro del inmueble".
Tras las investigaciones arqueológicas, actualmente es posible visualizar algunas evidencias materiales y sobre todo estructurales de lo que fuera la antigua hacienda. Los tanques de fermentación, el molino de descerezar y molino de descascarar, los secaderos, los canales de desagüe, los barracones y las habitaciones, muestran en todo su esplendor y complejidad el proceso de beneficio del café durante el siglo XIX, en Cuba.
Luego del recorrido por el área objeto de estudio y obra, el coordinador francés elogió el fuerte y complejo trabajo que desarrollan los miembros del proyecto "Por los caminos del café" (en condiciones de campaña), y dijo que vale la pena el esfuerzo porque “este es un patrimonio único, y constituye una potencia cultural”.
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