Por Israel Hernández Planas
Santiago de Cuba, 19 oct.— Marcada en las cartas de navegación de pilotos e ingenieros de vuelo que aterrizan y despegan cada día desde el aeropuerto Internacional Antonio Maceo están las rutas hacia diversos destinos nacionales e internacionales. Pero ninguna ha sido más revisada y chequeada por el
Santiago de Cuba, 19 oct.— Marcada en las cartas de navegación de pilotos e ingenieros de vuelo que aterrizan y despegan cada día desde el aeropuerto Internacional Antonio Maceo están las rutas hacia diversos destinos nacionales e internacionales. Pero ninguna ha sido más revisada y chequeada por el
personal de vuelo que la emblemática Habana-Santiago- Habana. Cada octubre este trayecto suma un año más sin divisa para un final.
Mucho ha llovido desde que levantará vuelo el Ford Trimotor que dejó inaugurado la ruta nacional Habana–Santiago, con escala en Santa Clara, Morón y Camagüey. Era 30 de octubre de 1930.
Sucede que la transportación desde y hacia la capital es algo muy personal en la vida de la mayoría de los cubanos pero en los santiagueros y habaneros adquiere connotación especial por ser Santiago la segunda ciudad en importancia del país. Desde familias radicadas en ambas ciudades hasta las relaciones empresariales de los ministerios con sus dependencias santiagueras los viajes entre ambos puntos es una constant que ha visto su increment paulatino conformen pasan los años.
A pesar de ser la ruta priorizada del mercado nacional junto a la Habana -Isla de la Juventud esta que cruza de Occidente a Oriente vio en los ultimos 20 años una inconstancia debido a las carencias materiales y lo caro que resulta la industria de la aviación, incluso los mantenimientos. Esto hizo que se redujeran drásticamente los vuelos desde la capital hacia Santiago, llegando incluso a ser un práctica alterna en la semana.
Intensos años de sobreexplotación de los aparatos soviéticos adquiridos después de 1959 y la guerra económica sostenida por el gobierno estadounidense contra Cuba mellaron en demasía la transportación aérea nacional. Si bien "Habana-Santiago–Habana" fue junto a "Habana–Gerona-Habana" una de las rutas más protegidas cuando escasearon los aviones y las piezas, la reducción de la frecuencia de vuelos fue un duro golpe para los viajeros que hacían el trayecto por vía área entre la capital y esta caribeña ciudad. Para suerte de la aviación y de los que utilizamos esta ruta eventual o sistemáticamente esto es cosa del pasado.
La explotación de aeronaves modernas es el panorama que más caracteriza hoy a la Empresa Cubana de Aviación, entidad que ya suma 85 años surcando los cielos.
Ya se enseñorean por las pistas y cielos cubanos los majestuosos IL-96 y los Tu-204 como aeronaves de propiedad cubana, y gracias a una nueva estrategia para cubrir el Mercado nacional nuevas aeronaves An -158 forman parte ahora de la flota cubana para cubrir la popular ruta Habana-Santiago–Habana. Atrás
quedan los recuerdos por el il- 14, el An en sus versiones 24 y 26, el Yak -40 y el más venerado por el personal de tierra y la tripulación: el yak 42. Hoy continuan adelante el ATR de la serie 72 para Aerogaviota y Aerocaribbean y establecido como el titular para los dos vuelos diarios está el An -158.
Todos ellos son aparatos que han atravezado por aire una y otra vez las llanuras de la Habana y el centro, hasta las montañas de oriente en un mismo vuelo.
Desde el vuelo pionero del pequeño Ford trimotor en 1930 hasta el nocturno de cada jornada en An -158 han pasado 84 años y siguen los despegues y aterrizajes en dos ciudades unidas por algo más que un avión.
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