Por Rosalina Tamayo ArañóPalma Soriano, Santiago de Cuba, 16 oct.— En visita que realizará al Centro Politécnico Urbano Hermanos Díaz Robert, su colectivo de profesores me hacía descubrir el motivo de este reportaje. Con una sencillez que conmueve María Castellanos Milanés a sus 72 años todavía se desempeña como Auxiliar General de este centro educacional del cual es fundadora.
Con seguridad es una de las trabajadoras
de la educación en activo más longevas de Palma Soriano, pero podría
ser ese el mayor mérito de María, sin embargo sus compañeros reconocen
que es "la primera que llega a diario" y no vive cerca del centro.
Ella cuenta con orgullo oculto tras su rostro marcado por el tiempo "que viene a pie desde su casa acompañada de uno de sus 3 hijos, se levanta de madrugada, muchas veces deja los frijoles blanditos y aunque esté enferma viene a trabajar"
La profesora Yolismar Vidal Almenarez con mucho cariño nos dice que María ante participaba en la etapa al campo, recogía café y trabajaba en la cocina. Que todos la quieren porque es muy servicial, siempre dispuesta a ayudar a los otros. El profesor Abel Rodríguez García cuando le interrogo, qué piensa de María, enseguida sonríe y responde: ¡María es patrimonio del Hermanos Díaz, nunca falta!
Todos la consideran y gustan de jaranear con ella porque le encanta reírse y ponerle sal y pimienta a los comentarios con sus compañeros hasta el punto que los profesores de la Especialidad de Carpintería le dicen: "que cuando se muera le harán una caja bien bonita en los talleres y el velorio en la escuela"
Ella es de pocas palabras, se muestra tímida ante mi indagación. Mientras hago mis anotaciones me fijo que tiene un aguacatón en las manos y le pregunto donde lo compró y me explica: "Fui a comprárselo a un muchacho en la calle frente al Politécnico y me dijo: usted todavía está aquí y me regaló el aguacate".
Acciones como esta no faltan a diario en la vida de María Castellanos Milanés, una palmera que a sus más de 7 décadas de vida trabaja embelleciendo el lugar que desde joven la formó como trabajadora y que le cuesta dejar. A mí pregunta de ¿Cuándo se jubila?, haciendo el ademán de "no sé" con los hombros, me dice bajito pronto…
Ella cuenta con orgullo oculto tras su rostro marcado por el tiempo "que viene a pie desde su casa acompañada de uno de sus 3 hijos, se levanta de madrugada, muchas veces deja los frijoles blanditos y aunque esté enferma viene a trabajar"
La profesora Yolismar Vidal Almenarez con mucho cariño nos dice que María ante participaba en la etapa al campo, recogía café y trabajaba en la cocina. Que todos la quieren porque es muy servicial, siempre dispuesta a ayudar a los otros. El profesor Abel Rodríguez García cuando le interrogo, qué piensa de María, enseguida sonríe y responde: ¡María es patrimonio del Hermanos Díaz, nunca falta!
Todos la consideran y gustan de jaranear con ella porque le encanta reírse y ponerle sal y pimienta a los comentarios con sus compañeros hasta el punto que los profesores de la Especialidad de Carpintería le dicen: "que cuando se muera le harán una caja bien bonita en los talleres y el velorio en la escuela"
Ella es de pocas palabras, se muestra tímida ante mi indagación. Mientras hago mis anotaciones me fijo que tiene un aguacatón en las manos y le pregunto donde lo compró y me explica: "Fui a comprárselo a un muchacho en la calle frente al Politécnico y me dijo: usted todavía está aquí y me regaló el aguacate".
Acciones como esta no faltan a diario en la vida de María Castellanos Milanés, una palmera que a sus más de 7 décadas de vida trabaja embelleciendo el lugar que desde joven la formó como trabajadora y que le cuesta dejar. A mí pregunta de ¿Cuándo se jubila?, haciendo el ademán de "no sé" con los hombros, me dice bajito pronto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario