Por Coral Vázquez PeñaSantiago de Cuba, 16 oct.— Casi a las puertas de su medio milenio de fundada, esta ciudad sur oriental cubana se presenta como una urbe mirador, de paisaje y de terrazas naturales, que ha sabido a lo largo de su historia conservar lo mejor de su arquitectura tradicional y al mismo tiempo, incorporar los aportes de los nuevos movimientos constructivos.
Cuando en 1515 el Adelantado Diego
Velázquez fundaba la séptima villa qué lejos de imaginar estaba que 500
años después fuera una ciudad distinta, nueva, de leyenda e historia.
En su desarrollo como ciudad, Santiago
de Cuba generó una arquitectura singular. ¡Los conquistadores trajeron
una manera de hacer que se mezcló con la de los indios y en un proceso
de años todo se fue adaptando a la situación climatológica, a una zona
de accidentado relieve y a las condiciones sísmicas.
Las soluciones adoptadas para enfrentar estas especificidades dieron origen a una escuela regional de arquitectura que se fue moviendo en distintos campos.
El siglo XVII santiaguero se dedicó a fortificar la ciudad, se construyó, entre otras fortalezas, el castillo San Pedro de La Roca, por los frecuentes ataques de corsarios y piratas. Al proteger, la ciudad comienza a expandirse paulatinamente.
El siglo XVIII fue importante para las construcciones religiosas, nuestra iglesia mayor ya tenía la condición de catedral. Es la época en que comienza también el esplendor de la arquitectura doméstica, surgen las viviendas de corredor que generan un vínculo semi-social entre los habitantes.
Aparece el balconaje, los edificios de dos niveles con balcones corridos y aislados en la planta superior. La arquitectura colonial tuvo una influencia francesa y el aporte fundamental lo hacen en los cafetales de las cordilleras que rodean a Santiago de Cuba.
El desarrollo continuó y se asimilaron códigos técnico-constructivos y de arquitectura desconocidos hasta ese momento, prolifera la arquitectura de madera con influencia caribeña, muy dinámica pero con una vida útil reducida.
Es la época en que aparecen también el cemento, el hormigón armado y la técnica de moldeo, la plaza mayor cambió su imagen, la catedral se maquilla, surgen el Club San Carlos y los hoteles Casa Granda y Venus.
En los nuevos barrios como Vista Alegre el eclecticismo se expresa en su máximo esplendor. El terremoto del 32 afectó y provocó que apareciera el art decó, el edificio más importante que tiene la ciudad de ese estilo es el antiguo Cuartel Moncada, hoy Ciudad escolar 26 de Julio.
Con la llegada del movimiento moderno a Santiago de Cuba en los años 50 se generan muchas variantes como un modo también de hacer arquitectura novedosa y por supuesto, con adaptación a las condiciones sísmicas, de relieve y clima, que la Revolución triunfante las continuó.
Cuando apenas falta un año para que Santiago de Cuba celebre en julio de 2015 sus 500 años de fundada, lo cierto es que desde el primer momento ha sido una ciudad viva, que se ha renovado y que por suerte ha conservado lo mejor de su arquitectura tradicional “porque aun cuando en cadaperíodo histórico ha asimilado los aportes de la nueva arquitectura ha sabido consolidar la imagen que la ciudad muestra hoy” y eso me lo dijo hace un tiempo en conversación el arquitecto Omar López, Conservador de la Ciudad.
Las soluciones adoptadas para enfrentar estas especificidades dieron origen a una escuela regional de arquitectura que se fue moviendo en distintos campos.
El siglo XVII santiaguero se dedicó a fortificar la ciudad, se construyó, entre otras fortalezas, el castillo San Pedro de La Roca, por los frecuentes ataques de corsarios y piratas. Al proteger, la ciudad comienza a expandirse paulatinamente.
El siglo XVIII fue importante para las construcciones religiosas, nuestra iglesia mayor ya tenía la condición de catedral. Es la época en que comienza también el esplendor de la arquitectura doméstica, surgen las viviendas de corredor que generan un vínculo semi-social entre los habitantes.
Aparece el balconaje, los edificios de dos niveles con balcones corridos y aislados en la planta superior. La arquitectura colonial tuvo una influencia francesa y el aporte fundamental lo hacen en los cafetales de las cordilleras que rodean a Santiago de Cuba.
El desarrollo continuó y se asimilaron códigos técnico-constructivos y de arquitectura desconocidos hasta ese momento, prolifera la arquitectura de madera con influencia caribeña, muy dinámica pero con una vida útil reducida.
Es la época en que aparecen también el cemento, el hormigón armado y la técnica de moldeo, la plaza mayor cambió su imagen, la catedral se maquilla, surgen el Club San Carlos y los hoteles Casa Granda y Venus.
En los nuevos barrios como Vista Alegre el eclecticismo se expresa en su máximo esplendor. El terremoto del 32 afectó y provocó que apareciera el art decó, el edificio más importante que tiene la ciudad de ese estilo es el antiguo Cuartel Moncada, hoy Ciudad escolar 26 de Julio.
Con la llegada del movimiento moderno a Santiago de Cuba en los años 50 se generan muchas variantes como un modo también de hacer arquitectura novedosa y por supuesto, con adaptación a las condiciones sísmicas, de relieve y clima, que la Revolución triunfante las continuó.
Cuando apenas falta un año para que Santiago de Cuba celebre en julio de 2015 sus 500 años de fundada, lo cierto es que desde el primer momento ha sido una ciudad viva, que se ha renovado y que por suerte ha conservado lo mejor de su arquitectura tradicional “porque aun cuando en cadaperíodo histórico ha asimilado los aportes de la nueva arquitectura ha sabido consolidar la imagen que la ciudad muestra hoy” y eso me lo dijo hace un tiempo en conversación el arquitecto Omar López, Conservador de la Ciudad.
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