Historias desde Brasil con la Doctora Aurora Mustafá Álvarez

Por Rosalina Tamayo Arañó

Palma Soriano, Santiago de Cuba, 17 oct.— Los colaboradores palmeros siguen escribiendo lindas páginas de humanismo en la geografía del gigante suramericano. La Doctora Aurora Mustafá  Álvarez se encuentra en el Estado de Rodonia en una zona de difícil acceso y nos cuenta que la atención médica allí es precaria. Nos dice que no imaginamos cuanta falta de sensibilidad existe allí, donde las captaciones de embarazo se hacen casi cuando las mujeres van a parir. Ha captado pacientes con 7 meses sin una consulta, Las embarazadas no tienen seguimiento nunca con obstetras, solo si se complican, llegan pariendo y en muy malas condiciones.

Cuenta la Doctora Mustafá que las mordeduras de cobras nunca las había visto, son terribles las personas sufren de necrosis de los músculos rápido y el hospital más cercano esta a 160 kg. Donde ella está no hay suero antiofílico por tanto si demoran mucho en llegar a la ciudad pueden en el mejor de los casos perder la pierna o el lugar de la mordedura y en el peorde los casos morir.

Los niños no tienen consulta de puericultura, cuando uno los ve por primera vez tienen 3 años y nunca han sido evaluados por un pediatra. Ella piensa al ver todo eso, que los cubanos en ocasiones somos hipercríticos con nuestro sistema de salud. Es triste ver como uno solicita un examen y una consulta con otro especialista y le dan los turnos para 6, 7 u 8 meses, cuando logran ver al especialista o ya es muy tarde o ya no importa.

Esta galeno palmera nos explica que "como experiencia positiva he conocido un país enorme pero con mas dificultades que el mío y eso me hace respetar más nuestras virtudes y nuestra medicina. Tengo nuevos amigos, niños que me llaman tía. Fui a un congreso de enfermedades tropicales, eso fue muy bueno pues aumento mis conocimientos sobre esos padecimientos que en nuestro país no se ven ya, como la lepra y las mordeduras de cobras, entre otras"

También conoció Brasilia que es muy lindo y organizado, pero no existe ese calor humano que caracteriza al cubano.

Esta foto es de un paciente que sufrió un accidente y su tratamiento completo fue realizado por el personal cubano. Él está muy contento, pues aunque la doctora no es ortopédico, por la formación recibida, la sutura fue un éxito y sus tendones quedaron bien. Siempre cuenta que los cubanos le salvaron el pie, realmente algo muy gratificante.