Por Rosalina Tamayo Arañó
Gracias a las bondades de la nueva
tecnología, a través del correo electrónico pudimos contactar con la
Doctora palmera Dayanis Grant Ordelin que se encuentra cumpliendo misión
internacionalista en el programa “Más médicos” en Brasil. Desde hace 6
meses está en el Estado de Paraná, en el municipio de Ponta Grossa con
un frío tremendo. Sorprendida además porque el 95 % de la población de
allí es de origen europeo.
La Doctora Dayani se ha interesado por
la historia de ese lugar y nos cuenta que este fue uno de los últimos
Estados donde se abolió la esclavitud de todo Brasil y es por eso que
aún se escuchan la palabra patrón y “con licencia”. Le entristece que
sus habitantes todavía tengan muy arraigado el pensamiento esclavista y
por eso existe mucha discriminación social y racial. Esta realidad la
afecta pero con precisión riposta: “por eso estoy tan orgullosa de
haber nacido en Cuba y de ser una mujer guerrera y médico. Esto me hace
reflexionar sobre cuánto ha logrado emanciparse la mujer cubana.
Sigue contando la Doctora palmera:
”tenemos pacientes muy humildes y agradecidos que hacia 5 y hasta 10
años que no se atendían con un médico y recibimos muestras de cariño
con frases como “que Dios los bendiga”, “felicidades por su buen
trabajo” y “gracias”. Ella nos escribe en plural porque su esposo el
doctor Carlos Raúl Lujo Macias trabaja con la misma intensidad junto a
ella.
Más adelante continúa con historias conmovedoras: “muchas personas lloran, porque nunca un médico los había tocado, ni mirado a los ojos; p orque nunca hasta ahora le habían explicado su enfermedad. Personas que te piden permiso para abrazarte y darte un beso de agradecimiento. Hasta te preguntan si te pueden tocar“.
Por último Dayani Grant Ordelin, la colaboradora palmera que atiende a los pobladores de Ponta Grossa, en Brasil, concluye su comunicación compartiendo que "es un acontecimiento ir a hacer visitas domiciliares, al final te dicen que nunca habían tenido un médico en su casa, lloran y te preguntan cuánto cuesta la visita. Entonces tenemos que explicarles que esto es un programa completamente gratis, que solo tienen que dar las gracias a la Presidenta Dilma Rousseff. Entienden, sonríen y vuelven a agradecer”.
Más adelante continúa con historias conmovedoras: “muchas personas lloran, porque nunca un médico los había tocado, ni mirado a los ojos; p orque nunca hasta ahora le habían explicado su enfermedad. Personas que te piden permiso para abrazarte y darte un beso de agradecimiento. Hasta te preguntan si te pueden tocar“.
Por último Dayani Grant Ordelin, la colaboradora palmera que atiende a los pobladores de Ponta Grossa, en Brasil, concluye su comunicación compartiendo que "es un acontecimiento ir a hacer visitas domiciliares, al final te dicen que nunca habían tenido un médico en su casa, lloran y te preguntan cuánto cuesta la visita. Entonces tenemos que explicarles que esto es un programa completamente gratis, que solo tienen que dar las gracias a la Presidenta Dilma Rousseff. Entienden, sonríen y vuelven a agradecer”.
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