Por Kenia Tabares Robles
Santiago de Cuba, 13 feb.— Como promedio unas 80 personas reciben diariamente asesoría legal en la Fiscalía Provincial y en cada una sus dependencias en los nueve municipios de este oriental territorio. Las atenciones se basan en el derecho constitucional que tienen todos los ciudadanos cubanos a formular una queja o una petición cuando consideran que la legalidad ha sido quebrantada.
Según estipula el artículo 63 de la Constitución de la República de Cuba, las personas tienen derecho a recibir atención o respuestas pertinentes y en plazo adecuado, así como a recibir orientación y apoyo durante todo el proceso investigativo. La Fiscalía es uno de los órganos del Estado capacitado para esa misión.
Maritza Paredes, Vice-fiscal Jefa de la provincia de Santiago de Cuba comentó a la Tvsantiago que de lunes viernes en todas las sedes de ese organismo hay un fiscal de guardia para la atención a la población, una estructura que a su consideración está muy bien diseñada: "Aquí todos los asuntos que presentan las personas se tramitan. Si el caso le compete meramente a la Fiscalía se llega hasta su solución. De no ser así se orienta jurídicamente cuáles son los pasos a seguir en su caso".
Paredes acotó además que "estamos en la obligación de comunicarle al ciudadano cuál fue la decisión de la Fiscalía, si tramitará el caso o será traslado a otro órgano encargado por la ley de darle respuesta".
El trabajo es sostenido y complejo porque todos los casos que aquí se presentan no son iguales. Desempeñan un rol sumamente importante en la sociedad porque les proporcionan seguridad y protección a las personas con los derechos que jurídicamente le corresponden.
La creación en 1973 de la Fiscalía General de la República fue un reto que asumieron mujeres y hombres comprometidos con la legalidad socialista.
La provincia de Santiago de Cuba cuenta con 118 fiscales que reafirman su incondicional apoyo con la protección del orden político, social y jurídico de la nación. Ellos enaltecen la obra que inició el insigne cubano y jurista Carlos Manuel de Céspedes, cuando en 1868 abrió una nueva etapa para el desarrollo de una Fiscalía genuinamente criolla.
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