Santiago de Cuba, 24 ene.— El primer museo creado por la Revolución Cubana fuera de la capital, el de Historia Natural Tomás Romay, desarrolla hoy en esta ciudad una intensa labor de educación medioambiental con los estudiantes de una veintena de centros educativos de diferentes niveles.
Utilizando herramientas propias de la educación medioambiental, como son charlas, talleres, concursos, jornadas ecológicas, maratones ecológicos y saneamiento ambiental de la bahía y otros ecosistemas, los participantes a la vez que aprenden se divierten, asegura Griselda Hinojosa, especialista de la institución santiaguera.
La museóloga destacó, además, que realizan un trabajo con las escuelas de la enseñanza especial, con un tratamiento diferenciado por las características de esos niños, por lo que se diseñan actividades atractivas.
Entre ellas mencionó la utilización de CD de cantos de aves, la realización de dibujos de diferentes especies de plantas y animales, y también otras técnicas de participación con el fin de acercar estos pequeños a diversos temas llamativos de la biodiversidad y su protección.
Con el paso del huracán Sandy por el territorio santiaguero, en octubre de 2012, el Museo Tomás Romay quedó inhabilitado para la atención al público. Aunque las colecciones sufrieron poco daño, todo el soporte de las exhibiciones se deterioró, situación que motivó el cierre de la institución.
Con vistas a una nueva apertura se trabaja actualmente en la recuperación de materiales para un montaje parcial de las exhibiciones permanentes, en tanto aún se gestiona el reinicio de la reparación estructural del edificio.
El Museo de Historia Natural, poseedor de la mayor colección de huesos de mamíferos de Cuba, cumplirá el próximo 10 de octubre 48 años de fundado. Dentro de los logros más recientes está el participar en el concurso “Cuarto Premio Iberoamericano de Educación y Museos”, con la presentación de dos proyectos.
Estos están relacionados con la educación ambiental en dos escenarios diferentes, como es el caso de las comunidades de nuestra ciudad, y cómo insertar en el cuidado y protección del medioambiente a personas con discapacidad. Este último contempla el diseño de una sala en el museo adaptada al tratamiento de personas con discapacidades, lo que constituye un hecho sin precedentes en la historia de la institución.
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