Por José Raúl Castillo Argüelles
Santiago de Cuba, 24 dic.—Sin llegar al magnetismo que irradian los choques entre Industriales y Santiago de Cuba, porfía bautizada consecuentemente como el clásico del béisbol cubano, cada duelo entre indómitos y vueltabajeros reune los atributos suficientes para devenir verdadero manjar para los amantes de este deporte, pues ambos estandartes figuran entre los de más larga y fecunda tradición en nuestros campeonatos nacionales.
Hoy ambos oponentes saldrán a escena en el estadioCapitán San Luís de la más occidental de las provincias cubanas para protagonizar el inicio de una sub-serie que promete grandes emociones y una batalla sin cuartel en pos de la victoria, meta que sin embargo tendrá mayor urgencia para los del Este quienes están en equilibrio mucho más precario sobre la tabla de salvación que le dará sobrevida a solamente ocho equipos.
Por esta razón las huestes rojinegras tienen que buscar a toda costa un resultado favorable para conjurar un patinazo que pudiera tener consecuencias mortales en momentos en que el calendario anuncia el descenso del telón del segmento clasificatorio.
Los pinareños llegan al convite luego de una gira que les dejó más sinsabores que alegrías pues perdieron siete de doce juegos disputados, en tanto los santiagueros sacaron saldo parejo en sus últimos doce retos, seis triunfos e igual número de derrotas.
Los Lobos cedieron 1-2 ante Matanzas, Granma y Las Tunas. en tanto lograron favorable 2-1 frente a Holguín.
Por su parte las Avispas salieron airosas 2-1 a costa de Artemisa y Sancti Spíritus, resultado contrapuesto al 1-2 que les reservaron sus choques con camagüey y Villa Clara.
Los verdes han tenido una persistente presencia en la zona de clasificación a a lo largo del certamen a diferencia de sus rivales de turno que recientemente lograron un repunte que les ha permitido repotenciar su candidatura rumbo a la segunda etapa.
Vale la pena repasar que dicen las estadísticas colectivas en los tres principales renglones de juegO.
Ofensivamente hay una gran paridad entre ambas nóminas: Pinar del Río apenas le saca un punto en el promedio de bateo colectivo a Santiago de Cuba (270-269),
Otras aristas ofensivas apuntan en igual sentido: en carreras anotadas SCU 181 – PRI 174, en jonrones SCU 23 – PRI 24, en bases robadas PRI 22 – SCU 22, en slugging PRI 370 – SCU 364 y en ponches recibidos PRI 169 – SCU 200.
Es decir los de casa logran mayor número de bases con sus batazos y muestran mejor tacto.
Con respeto al pitcheo aunque ambos equipos han tenido un desempeño satisfactorio la balanza se inclina sin dudas en favor de la escuadra local que exhibe uno de los mejores promedios de carreras limpias del campeonato: 2.99 frente al 3.78 de los foráneos.
No obstante los tiradores orientales han tenido mejor control (127 bases por bolas frente a 148) pero ponchan menos que sus anfitriones (203-231).
Los contrarios promedian frente a los serpentineros de Urquiola para sólo 240, mientras que a los lanzadores de Larduet les batean para 255. En batazos de cuatro esquinas los Lobos han permitido 17 en tanto las Avispas han sido castigadas con 24.
Los cerradores pinareños han sido más eficaces pues han salvado 12 juegos frente a 6 los santiagueros.
Finalmente en materia defensiva, una de las grandes carencias del campeonato en sentido general, ambas formaciones están más o menos igual: PRI 973 – SCU 971.
De modo que la lectura de los numeritos no arroja un claro favoritismo hacia uno u otro bando, por tanto como suele decirse en el argot beisbolero: el terreno dirá la última palabra.
Santiago de Cuba, 24 dic.—Sin llegar al magnetismo que irradian los choques entre Industriales y Santiago de Cuba, porfía bautizada consecuentemente como el clásico del béisbol cubano, cada duelo entre indómitos y vueltabajeros reune los atributos suficientes para devenir verdadero manjar para los amantes de este deporte, pues ambos estandartes figuran entre los de más larga y fecunda tradición en nuestros campeonatos nacionales.
Hoy ambos oponentes saldrán a escena en el estadioCapitán San Luís de la más occidental de las provincias cubanas para protagonizar el inicio de una sub-serie que promete grandes emociones y una batalla sin cuartel en pos de la victoria, meta que sin embargo tendrá mayor urgencia para los del Este quienes están en equilibrio mucho más precario sobre la tabla de salvación que le dará sobrevida a solamente ocho equipos.
Por esta razón las huestes rojinegras tienen que buscar a toda costa un resultado favorable para conjurar un patinazo que pudiera tener consecuencias mortales en momentos en que el calendario anuncia el descenso del telón del segmento clasificatorio.
Los pinareños llegan al convite luego de una gira que les dejó más sinsabores que alegrías pues perdieron siete de doce juegos disputados, en tanto los santiagueros sacaron saldo parejo en sus últimos doce retos, seis triunfos e igual número de derrotas.
Los Lobos cedieron 1-2 ante Matanzas, Granma y Las Tunas. en tanto lograron favorable 2-1 frente a Holguín.
Por su parte las Avispas salieron airosas 2-1 a costa de Artemisa y Sancti Spíritus, resultado contrapuesto al 1-2 que les reservaron sus choques con camagüey y Villa Clara.
Los verdes han tenido una persistente presencia en la zona de clasificación a a lo largo del certamen a diferencia de sus rivales de turno que recientemente lograron un repunte que les ha permitido repotenciar su candidatura rumbo a la segunda etapa.
Vale la pena repasar que dicen las estadísticas colectivas en los tres principales renglones de juegO.
Ofensivamente hay una gran paridad entre ambas nóminas: Pinar del Río apenas le saca un punto en el promedio de bateo colectivo a Santiago de Cuba (270-269),
Otras aristas ofensivas apuntan en igual sentido: en carreras anotadas SCU 181 – PRI 174, en jonrones SCU 23 – PRI 24, en bases robadas PRI 22 – SCU 22, en slugging PRI 370 – SCU 364 y en ponches recibidos PRI 169 – SCU 200.
Es decir los de casa logran mayor número de bases con sus batazos y muestran mejor tacto.
Con respeto al pitcheo aunque ambos equipos han tenido un desempeño satisfactorio la balanza se inclina sin dudas en favor de la escuadra local que exhibe uno de los mejores promedios de carreras limpias del campeonato: 2.99 frente al 3.78 de los foráneos.
No obstante los tiradores orientales han tenido mejor control (127 bases por bolas frente a 148) pero ponchan menos que sus anfitriones (203-231).
Los contrarios promedian frente a los serpentineros de Urquiola para sólo 240, mientras que a los lanzadores de Larduet les batean para 255. En batazos de cuatro esquinas los Lobos han permitido 17 en tanto las Avispas han sido castigadas con 24.
Los cerradores pinareños han sido más eficaces pues han salvado 12 juegos frente a 6 los santiagueros.
Finalmente en materia defensiva, una de las grandes carencias del campeonato en sentido general, ambas formaciones están más o menos igual: PRI 973 – SCU 971.
De modo que la lectura de los numeritos no arroja un claro favoritismo hacia uno u otro bando, por tanto como suele decirse en el argot beisbolero: el terreno dirá la última palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario