Cuando estamos a punto de llegar a la mitad del calendario de la etapa clasificatoria de la 53 Serie Nacional de beisbol la situación del equipo de Santiago de Cuba comienza a despertar justificados temores entre sus parciales ante el resurgimiento de los fantasmas del pasado reciente, lógica consecuencia de la caída en barrena que sufren en estos momentos tras perder su cuarta sub-serie consecutiva y estar a punto de ser barridos por los Piratas de la Isla de la Juventud.
Ocho derrotas en sus últimas once presentaciones hablan por lo claro del desplome sufrido por el conjunto que ya anda por el onceno puesta en la tabla de posiciones y compromete seriamente el objetivo de encontrar espacio entre los ocho equipos que quedarán con vida para el segundo tramo de nuestro campeonato nacional.
Ayer cedieron de nuevo ante los ultramarinos en Nueva Gerona, esta vez por muy estrecho margen de 2 carreras por 1, juego que estuvieron ganando 1 carrera por cero hasta la séptima entrada cuando Luís Felipe Rivera descargó toda su fuerza sobre un lanzamiento del relevista Ulfrido García y llevó la pelota por encima de la cerca del jardín derecho con un compañero a bordo dándole así un espectacular viraje a la porfía.
El zurdo Ulfrido García (1-2) reemplazó en la quinta entrada, después de un out, al abridor Alaín Delá quien hasta entonces realizó una encomiable faena al dejar en sólo cuatro imparables y sin carreras a los Piratas, lo cual constituye -dentro del mal momento de la derrota- una señal favorable, pues no hay dudas que el diestro puede resultar muy útil a la causa santiaguera.
Los visitantes inauguraron la pizarra en la tercera entrada frente al principal abridor de los pineros, el zurdo Wilber Pérez (2-1), al combinar sencillo de Aguilera, error del antesalista en intento de sacrificio de Labrada, out intercalado, boleto a Nava que cuajó los ángulos y rolling de Olivera por primera base que fletó hacia la goma a Labrada.
Nada más pudieron hacer los indómitos, que como se sabe andan con la pólvora mojada, y vieron con impotencia como se dibujaban sucesivamente seis ceros en la pizarra repartidos entre Wilber (cinco y un tercio), Jesús Amador (un tercio) y Yunier Gamboa (un tercio- PJS 1).
Ulfrido realizó un relevo con bastante dominio sobre los bateadores contrarios durante tres y dos tercios de entrada, sin embargo tuvo la mala fortuna de equivocar un lanzamiento ante Luís Felipe Rivera y ello le costó la derrota, dada la esterilidad ofensiva de sus compañeros de equipo que apenas pudieron marcar la solitaria carrera antes referida.
En medio de lo que ya es una crisis reconocida comienzan a menudear las hipótesis sobre las causas de la misma, muchas de ellas totalmente infundadas, tales como supuestas contradicciones o malestar dentro del equipo, mala preparación, falta de motivación etc.
Puedo decirles con propiedad que el equipo hizo una esmerada preparación en la que, sin descuidar otros aspectos, pusieron gran énfasis en el trabajo con el pitcheo, reconocido talón de Aquiles, esfuerzo que se ha visto correspondido con una notable mejoría en esta área; además hay total comunicación entre entrenadores y jugadores: todos afincados en el propósito de mejorar los resultados más recientes del conjunto.
Lo que ha flaqueado de modo más persistente y pernicioso ha sido el bateo, inusitadamente pobre, improductivo e incapaz de darle respaldo a la muy mejorada actuación de los lanzadores. Y digo de modo más persistente porque la defensa también hizo aguas en determinado momento, pero ha ido mejorando y ya anda por 971 de promedio.
La distancia que los separa en estos momentos de la vanguardia, ocupada por Matanzas, es de apenas 4,5 juegos, sin embargo lo más preocupante es el hecho de que hay diez equipos por delante y el calendario como se conoce es relativamente corto.
El equipo tiene que reencontrarse con urgencia antes de que haga su aparición el estrés y quede bloqueada la capacidad de reacción que tanto necesitan en estos instantes.
Hoy los Piratas saldrán en busca de la barrida en tanto las Avispas buscarán salvar la honrilla para emprender regreso a casa con el objetivo de recibir la visita de los Tigres de Ciego de Ávila.
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