Autor : Israel Hernández Planas
Llamada a devolver la estabilidad en el servicio aéreo de transporte
entre Santiago de Cuba y Ciudad de la Habana la revitalización que
experimenta el sector de la aviación en Cuba es ya una realidad.
La
explotación de aeronaves modernas es el panorama que más caracteriza
hoy a la Empresa Cubana de Aviación, entidad que ya suma 83 años
surcando los cielos. Ya se enseñorean por las pistas y cielos cubanos
los majestuosos IL-96 y los Tu-204 como aeronaves de propiedad cubana, y
apoyan este parque el Boeing 737, aparato arrendado que en los últimos
dos años se le ha visto cubrir la popular ruta Habana-Santiago–Habana.
Mucho
ha llovido desde que levantará vuelo el Ford Trimotor que dejó
inaugurado la ruta nacional Habana–Santiago, con escala en Santa Clara,
Morón y Camagüey. Era 30 de octubre de 1930. Desde entonces el
transporte aéreo entre las dos ciudades fue creciendo hasta ser una de
las más cubiertas a través de la historia de la aviación cubana.
Intensos
años de sobreexplotación de los aparatos soviéticos adquiridos después
de 1959 y la guerra económica sostenida por el gobierno estadounidense
contra Cuba mellaron en demasía la transportación aérea nacional. Si
bien “Habana-Santiago–Habana” fue junto a “Habana–Gerona-Habana” una de
las rutas más protegidas cuando escasearon los aviones y las piezas, la
reducción de la frecuencia de vuelos fue un duro golpe para los viajeros
que hacían el trayecto por vía área entre la capital y esta caribeña
ciudad.
Mucho ha de extrañar el personal de tierra y las
tripulaciones, y no dudo que algún que otro pasajero, al Yak- 42, todo
un símbolo de funcionalidad en los vuelos nacionales. Sin embargo el
mercado actual impuso que se viera limitada cada vez más la adquisición
de piezas y el mantenimiento de una aeronave que suma en su fuselaje más
de 30 años. Es por eso que cada vez que se pasa por el hangar de la
base de mantenimiento del Aeropuerto Internacional Antonio Maceo muchos
comienzan a mirar con cierta nostalgia el servicial aparato que
transportó a miles de cubanos y extranjeros hacia Ciudad de la Habana y a
Santiago de Cuba.
Hoy entran al mercado nacional los nuevos
AN-158, aviones que marcarán un despegue en la ruta nacional más volada
en estos últimos 82 años. Con las nuevas aeronaves de fabricación
ucraniana, Cubana de Aviación garantiza una potenciación en los
servicios internos con eficientes aparatos de 100 plazas.
Entonces
cuando despegue de Rancho Boyeros el primer vuelo de An-158 con destino
a Santiago de Cuba quizás los pasajeros sentirán igual euforia que la
experimentada por los inauguradores de la ruta en 1930. Volverá la
estabilidad a las reservas y esperemos que en los salones de espera no
se escuche la melódica voz anunciando retraso del vuelo que le llevará a
la Capital de todos los cubanos o le traerá volando a esta cálida
tierra santiaguera.
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