Autor: PL
¿Cómo votar mañana?
El sistema electoral cubano se distingue del existente
en otros países, principalmente por la posibilidad que tienen los
ciudadanos comunes de ocupar responsabilidades públicas, explicó hoy el
académico Juan Mendoza.
El vicedecano de la Facultad de Derecho
de la Universidad de La Habana conversó con Prensa Latina sobre las
particularidades del modelo cubano, a propósito de la realización mañana
de los comicios para elegir a los delegados (concejales) a las
asambleas municipales del Poder Popular.
Al referirse a la manera
en que las personas pueden llegar a convertirse en candidatos, dijo que
en muchos países, quienes forman parte de las listas electorales de los
partidos son ciudadanos con un desempeño fundamentalmente económico.
Añadió
que en ese escenario, es muy difícil presentarse como candidato de
manera independiente, debido a lo costosa que puede resultar la campaña.
Situaciones
de ese tipo no ocurren en el sistema cubano, donde solo se requiere
tener más de 16 años, residir en el país y tener el apoyo de sus
vecinos.
Esa es una de las razones de que sea un modelo
"particular, idiosincrático y profundamente democrático", según el
profesor universitario.
Mendoza apuntó que hay países donde los
medios de comunicación presentan las elecciones como paradigmáticas a
partir de la existencia de un juego tradicional entre partidos que se
enfrentan.
"Algunos especialistas lo denominan no como democracia
sino partidocracia, porque justamente los partidos representan
determinados intereses sectoriales dentro de la sociedad y se erigen
como protagonistas de esa disputa supuestamente democrática", señaló.
¿POR QUÉ EN CUBA ES DIFERENTE?
El
modelo electoral cubano surgió a partir de la Constitución aprobada en
1976, la cual fue la base de la primera ley electoral. Luego de las
modificaciones constitucionales de 1992, la norma debió reestructurarse y
es esa la que continúa vigente en la actualidad.
La ley organiza
las elecciones en dos momentos: las generales cada cinco años para
elegir a los diputados a la Asamblea Nacional y a los delegados a la
Provincial, y las parciales cada dos años y medio para seleccionar a los
delegados a las asambleas municipales.
En la etapa parcial hay
un factor de gran valor que es la nominación, la cual constituye un acto
de participación eminentemente ciudadana puesto que para realizarla, se
reúne la comunidad a nivel de zonas de nominación y se proponen a
aquellas personas con condiciones para representarla, manifestó el
abogado.
Las propuestas aprobadas en las reuniones pasan
directamente a integrar la boleta de esa circunscripción, hecho en el
que "se evidencia el concepto ampliamente democrático de nuestras
elecciones", resaltó Mendoza.
Según las normas, los candidatos no
realizan campañas electorales, como es frecuente en otros modelos. La
Comisión Electoral local es la encargada de divulgar las biografías y
fotos para que la población esté informada y pueda discernir quién tiene
las mejores condiciones.
Otro elemento destacado por el
vicedecano es la universalidad de las elecciones cubanas, concretada en
"el derecho de todos para votar y así comprometerse ciudadanamente".
La
universalidad radica en que todos los cubanos en edad electoral
ingresan de forma automática al padrón electoral, mientras que en otras
naciones es necesario inscribirse, advirtió.
"Esto resulta
relevante porque cuando se escucha en las noticias que en tal país votó
el 40 por ciento de los electores, ese por ciento no es de la ciudadanía
toda sino de las personas que están inscritas en el padrón. Cuando aquí
decimos que vota el 90 y tanto por ciento, es en realidad tomando en
cuenta a toda la población", sentenció.
ELECCIONES, DEMOCRACIA Y SISTEMA POLÍTCO
Uno de los objetivos de la Comisión Nacional Electoral es lograr que la población acuda a las urnas.
No
obstante, Mendoza comenta que votar no es una obligación, "no le pasa
nada a quien no vota, pero es un derecho cívico y como tal la sociedad
llama al civismo, a que la persona ejerza su derecho al voto y exprese
así su compromiso con la sociedad".
La importancia de la votación
de cada individuo radica en que las elecciones son un mecanismo de
validación de sistema político, afirmó el catedrático.
En ese
sentido, consideró que algunos países alardean de ser democráticos y
tener buenos sistemas políticos; sin embargo cuando se profundiza en la
gente que vota y se compara con la población, se descubre que es una
fachada, porque el verdadero nivel de validación y legitimación se logra
con la participación de la ciudadanía.
"Cuando una persona vota,
está consolidando ese sistema político, de ahí que se logre un modelo
más democrático en la medida en sea mayor la movilización del voto. En
Cuba, los altos niveles de votación durante las últimas décadas han
demostrado la fortaleza y el compromiso de la gente con el modelo
político", sentenció el abogado.
Según datos oficiales, en todos los comicios celebrados desde 1976 ha votado más del 95 por ciento de los electores.
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