Autor : Israel Hernández Planas
Un amplio programa para reforestar las franjas protectoras de ríos,
arroyos y embalses es desarrollado en esta provincia por las brigadas de
silvicultura de la Empresa Flora y Fauna. En las montañas de La
Torcaza, municipio Contramaestre, varios hombres toman terrenos baldíos
pegados a un embalse y lo pueblan vegetalmente.
Las hermosas
vistas matinales acompañan el andar de una brigada hasta las orillas de
la presa Carlos Manuel de Céspedes, una de las más importantes de
Santiago de Cuba. Una vez aquí la tierra siente el ajetreo de las manos
que la siembran con decenas de árboles maderables y frutales.
“Tenemos
plantados árboles de mucho valor como el cedro y la caoba, incluso
tenemos un programa para potenciar la siembra de especies poco
abundantes como el Caguairán. También hemos sembrado tamarindo, mangos y
otras especies frutales, logrando establecer la franja protectora en un
periodo de tres años”, dijo a Tvsantiago José Manuel Bermúdez Montoya,
técnico en Silvicultura.
Todo es parte de un programa nacional
que busca reforestar las franjas hidroreguladoras para la protección de
ríos, arroyos y presas así como de los suelos que rodean a dichas
estructuras hídricas.
“Es una ley que establece que cada espejo
de agua, corriente, o zona costera esté debidamente cortejada por
árboles. Se trata de una medida para el cuidado de la fuente hírdrica y
los suelos que les rodean, evitando con estas barreras naturales la
corrida de sedimentos cuando hay tormentas, y manteniendo fértiles los
suelos por la humedad que se crea en las áreas sembradas”, explicó José
Antonio Bouza Alonso, Subdirector Conservación Empresa Flora y Fauna.
Es
esta entidad precisamente una de los pilares de este programa de
reforestación que hasta la fecha lega más de 1000 hectáreas sembradas en
la provincia Santiago de Cuba.
A unos 70 kilómetros de Santiago,
en medio de las montañas, la brigada adscrita a Rancho La Güira ha
logrado establecer una importante franja protectora en el embalse
Céspedes, trabajo que les ha valido un beneficio extra.
“Ahora
devengaremos además de nuestro salario una estimulación monetaria que
asciende a los 14 000 pesos pues está establecido que por cada hectárea
de faja hidroreguladora establecida se estimula a la brigada con 5000
pesos. Es mucho esfuerzo pero se ve el resultado ecológico y monetario”,
asegura el técnico José Manuel Bermúdez Montoya.
Por eso cuando
la brigada se devuelven a canto vivo por las serranías avanzan
contentos. Saben que aportaron su esfuerzo para que en los causes
santiagueros las aguas sigan cristalinas y abundantes.
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