Con un marcado interés vienen trabajando los caficultores de esta provincia en los preparativos de la próxima cosecha cafetalera.
Para nadie es un secreto que los santiagueros en franca recuperación productiva se han fijado crecer en la venidera recogida del grano para contribuir de esta forma a que el territorio pueda completar las 7 000 toneladas de café en el 2015.
Con esa perspectiva ascendente se impulsará en este año la siembra de 2 600 hectáreas y la rehabilitación de otras 300 en las principales plantaciones cafetaleras de Songo-La Maya, Segundo Frente, San Luis, Guamá y Tercer Frente.
No está de más señalar que para garantizar ese ambicioso plan de siembra, se cuenta con algo más de 7 millones de posturas de café de las variedades Arábigo y Robusta en los diferentes viveros creados en el territorio.
Otra de las tareas preparatorias y no menos importante es la capacitación de cientos de especialistas para enfrentar el saneamiento de las áreas y la eliminación de la bronca.
De igual forma, la Dirección de Café en la provincia tiene en su agenda de trabajo condicionar en tiempo las despulpadoras, mejorar la atención a la contratación de los productores y evaluar sistemáticamente las floraciones con la finalidad de realizar acertados estimados de recogida.
Debo significar –como dato recordatorio- que en la recién concluida cosecha cafetalera, la provincia alcanzó 3 020 toneladas de café, lo que representó un 4% de crecimiento en relación con la anterior.
De hecho, los santiagueros tuvieron el mérito de acopiar el 52% de todo el café recogido en la nación, resultado que les permitió ratificar su condición de mayor productora del grano.
El despulpe también fue relevante, pues se beneficio más del 80% prevaleciendo la calidad, en tanto la tercera parte del grano acopiado se logró con la fuerza interna con mención especial para los anapistas que superaron el millón de latas de café.
Tal y como van los preparativos de la venidera cosecha cafetalera, los santiagueros esperan superar su pronóstico con un sustancial ahorro de recursos. En resumen, la organización de todo el trabajo será la máxima entre los caficultores.
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