Por Aida Quintero Dip
Santiago de Cuba, 23 ago.— Mujeres que estimulan y conmueven abundan en la geografía santiaguera, laten al compás de la Revolución, al ritmo de los empeños del país, lo mismo en las calles de la Ciudad Héroe, que en el surco, la escuela, el hospital o la fábrica, siempre fieles, fuertes, sin perder la ternura ni la sonrisa.
Sus pasos tienen ahora nuevos caminos, al ser reconocidas no solo como médicas, maestras u otras labores habituales, sino también como agricultoras, macheteras, en puestos no tradicionales, cargos de dirección o en función de delegadas y diputadas, porque su protagonismo no conoce fronteras.
Son sensibles ante cada problema, siempre listas para dar soluciones y el ejemplo, con muestras de responsabilidad, capacidad y disciplina; atentas a la familia y a la educación de hijos e hijas.
Para vivir este hoy, hubo ayer patriotas en la manigua; bravas y guerreras que desafiaron la tiranía, en los días en que el feroz enemigo no tenía tregua contra todo lo que oliera a revolución, y no hacía distinción de si tenía delante un combatiente con faldas o con pantalones.
Unas y otras integran la galería de célebres cubanas de todos los tiempos, con sus virtudes y debilidades, con su fortaleza y su desaliento, luchando contra los vestigios del pasado, pero con la misma estirpe que engrandecióla Patria, cual herederas de Mariana Grajales y Vilma Espín.
Este 23 de Agosto, cuando la Federación de Mujeres Cubanas celebra el aniversario 58 de haber sido fundada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, con el aliento de su presidenta Vilma, todas sus integrantes recibirán el homenaje porque siguen al frente y dejan huellas en todas partes.
Es que sencillamente la Patria tiene nombre de mujer.
Como vaticinó José Martí:“(…) las campañas de los pueblos solo son débiles, cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer, pero cuando la mujer se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño, la obra es invencible”.
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