Por José Raúl Castillo Argüelles
Santiago de Cuba, 8 ago.— Los gladiadores grecorromanos Ismael Borrero y Gabriel Rosillo exponentes cubanos en las divisiones de 67 y 97 kilogramos, respectivamente, se proclamaron monarcas en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y contribuyeron a que este deporte superara ya el botín alcanzado en la precedente cita de Toronto hace cuatro años, pues en aquella ocasión la cosecha cubana fue de dos medallas doradas y dos bronceadas en tanto en estos momentos ya la disciplina totaliza dos preseas áureas y tres de bronce y aún falta por subir al tapiz el fuera de serie Mijaín López en los 130 kilogramos.
Borrero liquidó por superioridad en el horario matutino al dominicano Luís De León (4-0) y al estadounidense Ellis Coleman (8-0) y posteriormente en la tarde le aplicó la misma receta al venezolano Shalom Villegas (12-0) en el combate por el oro.
El pequeño Borrero, todo un gigante en el escenario de combate, ya acumulaba el cetro olímpico en Rio de Janeiro 2016, el reinado mundial en Las Vegas 2016 y la corona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2016 y esta vez atesoró su primer cetro en juegos continentales.
Por su parte Rosillo también tuvo una trayectoria arrasadora en su avance a la discusión del título al dominar por superioridad al venezolano Liully Pérez (9-0) y al dominicano José Arias (8-0), respectivamente; sin embargo en el combate por la medalla de oro enfrentó la resistencia del estadounidense Tracy Hancock al que dominó finalmente 7-2.
Rosillo, figura en ascenso en el panorama internacional, abultó su cosecha en la temporada, pues ya sumaba los títulos panamericanos juvenil y de mayores a los que agregó esta convincente actuación en la cita de Lima 2019; resultados que lo configuran como pretendiente de fuerza a la condición de novato del año en nuestro país.
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