Santiago de Cuba 18 jun.— Cumplidas satisfactoriamente las pruebas de eficiencia y desempeño en el nuevo tren que ejecutará el trayecto Habana-Santiago–Habana todo queda listo para en esencia comenzar a prestar el servicio de transportación de pasajeros por vía ferrocarril, un anhelo de gran parte de la población cubana.
Aún falta desentrañar los precios de los pasaje aun cuando se sabe que el tren consta de dos clases, una con aire acondicionado y otra con ventiladores. Lo que sí está claro es que el nuevo equipamiento reforzará la transportación con oches dotados de los recursos necesarios para un viaje confortable, una necesidad que muchos veían como difícil de solventar en los últimos años. Quizás por ello el júbilo desbordó a todos los cubanos que tuvieron la posibilidad de ver al nuevo tren en cada estación a la que llegó el vehículo en su periodo de prueba.
En Santiago de Cuba una lluvia fina bautizó a modo natural la llegada del tren compuesto por coches de fabricación china y que tendrá el propósito de revitalizar el transporte ferroviario de pasajeros en la isla. Esta formación consta de doce piezas, cuatro coches de primera clase climatizados junto a otros siete de segunda clase que cuentan con ventiladores. Destaca el espacio existente entre los asientos, las luces dirigidas, así como los servicios de agua potable y gastronomía, esta última apoya en un coche de servicios habilitado con todo el equipamiento necesario.
Según los especialistas las pruebas técnicas de velocidad, frenado y el desempeño electro-mecánico han sido cumplidas satisfactoriamente en esta etapa de puesta en marcha previa a su entrada en funcionamiento.
Siempre fue este un medio de transporte muy demandado por los cubanos y en especial por los santiagueros y habitantes de otras regiones del oriente. Luego de que la falta de piezas, bajo mantenimiento técnico y el deterioro de la infraestructura ferroviaria mermaran los servicios de transportación llega una estrategia consolidada para el rescate de esta actividad y los trenes nuevos juegan un rol esencial en la recuperación.
Unos 80 coches de este tipo ya se encuentran en Cuba y las máquinas utilizadas para las distintas formaciones vieron una sustitución general de sus componentes usados por otros totalmente nuevos, lo que supone un periodo de explotación más allá del tiempo inicial que se consignó para las locomotoras.
El programa de desarrollo para el ferrocarril cubano inició en el pasado 2017 y tiene prevista su ejecución hasta el año 2028 y es mucho más abarcador y complejo que poner en funcionamiento nuevos coches. En ese empeño también destacan la recuperación y revitalización de vías férreas, puentes y pasos a nivel y todo lo referido a las terminales y estaciones del páis. En el caso de la Senén Casas de Santiago de Cuba una imagen modernizada acompañará la llegada y salida de miles de pasajeros. La instalación de grandes pantallas en los salones para las informaciones, el servicio de Wi-Fi, y el restaurante cafetería de la instalación buscan acomodar a los viajeros desde el primer momento. Por otra parte están las muy bien logradas estancias para tripulantes con todas las comodidades para los briefing de salida y llegada, incluyendo piezas de arte y mobiliario para el mayor confort.
Cuando en conversación con un trabajador del ferrocarril indagué sobre su criterio acerca del despegue de esta actividad la seguridad de sus palabras llaman a la confianza, “las atenciones y el salario son muy buenos, para no perder eso hay que cumplir y cumplir excelentemente”, me espetó.
Sólo queda esperar el corto tiempo que debe separarnos del primer pitazo que nos anuncie que el tren ya comenzó a funcionar. En esta nueva revolución ferrocarrilera las esperanzas se vislumbran sobre las vías. Ojalá tengan buen destino.
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