Por José Raúl Castillo Argüelles
Santiago de Cuba, 8 jun.— El equipo de Santiago de Cuba pasó por alto las credenciales que respaldaban al as del picheo espirituano, Roberto Hernández, y favorecido por la pobre defensa de los visitantes sacó de su camino a ese recio escollo con un decisivo racimo de seis carreras sucias en la tercera entrada que al mismo tiempo desequilibró el choque y condujo al desenlace por la vía del KO en siete episodios y pizarra de 12 carreras por 2.
Hernández, aunque estuvo lejos de las expectativas creadas por su desempeño precedente, careció del respaldo defensivo necesario para mantenerse en el box y se tuvo que ir a las duchas con apenas dos y dos tercios de entrada de labor y saldo de siete carreras a su expediente, una sola de ellas limpia.
Con singular saña lo castigó Orrelly Riveaux, autor del batazo clave en el ramillete que sumó media docena de marcas en la tercera entrada, un cuadrangular con dos compañeros a bordo que se articuló con otros tres indiscutibles y par de errores para desembocar de conjunto en el contundente repunte en el marcador.
Orrelly fue el líder del ataque ganador al batear de 4-3 con par de dobletes, un cuadrangular, dos anotadas y tres remolcadas; labor ofensiva en la que fue secundado por Francisco Martínez 3-2, doblete, tres anotadas y dos propulsadas y Leodanis Molina que logró de 4-2.
El golpe letal lo concretaron los locales en la quinta entrada con otro racimo, esta vez de cuatro carreras, que asomó la posibilidad del fuera de combate, a la postre conseguido en el séptimo episodio.
Santiago dependió de Adrián Sagarra en la apertura y el diestro, líder en efectividad del torneo, cumplió con creces la encomienda al lanzar cinco entradas completas con dos carreras admitidas, una de ellas inmerecida, seis jits concedidos, par de ponches propinados y absoluto control pues no concedió boletos.
De esta forma sumó su sexto triunfo sin derrotas en la temporada y colocó a su equipo a las puertas de la final.
Es de notar que la oreja peluda de la defensa asomó con particular relieve en el partido y lo ensombreció pues entre ambos equipos cometieron nada menos que siete pifias que provocaron un total de ocho carreras sucias.
Hoy ambos equipos volverán a enfrentarse y un triunfo santiaguero será suficiente para abrirles el camino a la final. Yunior Tur, segundo mejor lanzador en efectividad, será el encargado de salir en busca de esta decisiva victoria.
En juego previo Cienfuegos atrapó el boleto para la final al derrotar por segunda jornada consecutiva a Isla de la Juventud, en esta ocasión con saldo de 3 carreras por 2 en diez entradas, gracias a que el relevista pinero Franky Quintana perdió la brújula en esa prolongación del juego y con tres lanzamientos salvajes ante los cuales el receptor no encontró respuesta, la puerta del home quedó abierta para la decisiva anotación.
En la entrada precedente los sureños agonizaban 2-3 con dos outs en la pizarra pero un oportuno jit de Román Cuza produjo el empate y obligó a la prolongación.
De esa forma terminó oficialmente el reinado de Isla de la Juventud que no podrá defender su corona esta vez por lo que ahora hay de momento tres aspirantes al cetro: Cienfuegos que ya está seguro de su candidatura y Santiago de Cuba y Sancti Spíritus que batallan por el otro espacio en la gran final, los indómitos con las mejores opciones para ir en pos de su tercer título.
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