Santiago de Cuba, 8 jun.— A los que saben querer sin límites, específicamente los infantes con enfermedades crónicas del territorio, se les dedicó un homenaje en la Casa del Educador en esta zona del oriente cubano.
La iniciativa realizada de conjunto por organismos como Salud Pública, Educación, Cultura, el INDER y la Pecuaria se convirtió en un momento inolvidable para estos niños cuyas enfermedades los limitan de hacer algunas cosas pero no de reír, amar a sus seres queridos, vincularse a las diversas manifestaciones artísticas y divertirse.
La actividad fue animada por la payasita Melcocha junto a Flacuchina y los títeres. En este bello momento la música y del baile se intercalaron con juegos de participación.
Sin dudas acciones de este tipo no solo facilitan la inserción de los niños y de las niñas con necesidades especiales a la sociedad, sino que también les ofrecen felicidad y bienestar para mejorar su calidad de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario