Por Claudia González Catalán
Santiago de Cuba, 16 mar.— Matanzas y Guantánamo conocen de cerca sus aportes al urbanismo cubano, exaltados por Omar López, Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba. Ramón Redondo Pérez y Alberto Brauet del Pino, han construido las razones que los hacen merecedores del Premio Nacional Vida y Obra, entregado durante el Acto Nacional por el día del arquitecto.
Una ofrenda floral dedicada a Antonio Maceo, fue depositada en la Llama Eterna de la Plaza de la Revolución antes de la gala, que se consagró a resaltar los valores patrimoniales de Santiago de Cuba, sede nacional de la celebración.
César Garrido Rodríguez, Presidente del Ejecutivo Nacional de la Sociedad de Arquitectura, destacó el trabajo de conservación desarrollado en esta urbe, razón que determinó la elección de este sitio como la sede del Acto Nacional:
“En el caso de Santiago se destacan, en primer lugar, todas las acciones que se han venido desarrollando en los últimos cinco años. No solamente por la recuperación de los daños que causó el huracán Sandy, sino también por el programa Santiago Arde y por toda la estrategia de revitalización de la trama urbana, la reanimación de la ciudad y el centro de Santiago de Cuba, labores en las que los arquitectos santiagueros han tenido una participación muy importante”.
En la cita se entregaron también los Premios Provinciales en la especialidad a Eduviges Aput Madfud y Norma Díaz Ramírez, especialmente recomendadas para su valoración nacional.
La celebración de este día en 2020 estará dedicada a La Habana en el aniversario 500 de su fundación, según comentó Mercedes Elesther Savigne, Presidenta de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba, quien exhortó además a estos profesionales a idear ciudades cada vez más funcionales y pintorescas.
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