Por Lourdes Palau Vázquez
Santiago de Cuba, 18 feb.— Como es costumbre por parte del gobierno de los Estados Unidos bajo el pretexto de ayuda humanitaria han orquestado un golpe militar contra Venezuela, el que ha sido denunciado por el presidente constitucional de ese país Nicolás Maduro Moros.
El primer paso de injerencia fue el intento golpista a través de Juan Guaidó un recalcitrante opositor que ha recibido todo el apoyo de Luis Almagro secretario general de la OEA y también de varios países de la región.
Ante tan complejo y peligroso panorama Cuba reitera su firme e invariable solidaridad con el Presidente Constitucional Nicolás Maduro, la Revolución bolivariana y chavista y la unión cívico-militar de su pueblo", así lo aseguró recientemente en la red social Twitter el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de nuestro país, Miguel Díaz-Canel.
A esta afirmación le ha seguido el apoyo incondicional del pueblo consciente de los lazos de hermandad que existen entre los dos países azotados durante años por el mismo enemigo, enfrentando grandes obstáculos para su supervivencia tanto en el orden de la economía como ante los peligros para la independencia.
Vale destacar que desde el propio triunfo de la Revolución bolivariana encabezada por el mejor amigo de Cuba, Hugo Rafael Chávez Frías, se respalda la cooperación estratégica entre los pueblos cubano y el venezolano, los cuales defienden el sueño de Simón Bolívar y José Martí de construir una Patria Grande en América.
Amén de los vínculos económicos, comerciales y de cooperación existentes entre las dos naciones se forjaron aquellos esenciales de esa mezcla que se consolida desde las batallas, los héroes y los pueblos que recorren las venas e inflaman los corazones, así lo evidencia la campaña global contra las guerras en el mundo, y por la Paz de Venezuela que tiene como artífice principal al diputado a la asamblea nacional Raúl Torres, destacado cantautor cubano que a través de su propuesta "Tambores de la Paz" llama a la solidaridad y a que triunfe el bien sobre el mal.
Sus estrofas así lo confirman:
Aprendamos a convivir
con quien no nos entiende igual,
para tener un porvenir
donde podamos respirar”
“¡Quemen los tambores de la guerra
Para que no suenen más!
Suenen los tambores de mi tierra
Los tambores de la Paz”
“Y es que no paro de pensar
Quieren que nos matemos ya,
No le importamos tú ni yo,
Solo el petróleo nada más”
“Y nuestras calles no querrán
Enrojecerse nunca más
La vida se puede llevar
Con diferencias y bondad”
“Nunca más. Sangre por petróleo
Ya, solo Paz, hoy queremos solo Paz”
"¡Que se abran paso días mejores!
Destrucción no.
¡Sangre por petróleo NO!
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