Por Margarita Piedra Cesar
Santiago de Cuba, 17 ene.— Tras el reencuentro de Raúl y Fidel el 18 de diciembre de 1956 en Cinco Palmas, el naciente ejército rebelde integrado por solo 12 hombres y siete armas, comenzó un proceso de fortalecimiento que ya para los primeros días deenero había aumentado el número de guerrilleros a treinta y a veinticuatro el de las armas.
Fue ese el momento considerado oportuno para iniciar las acciones de combate contra la dictadura, escogiéndose para ello un pequeño cuartelito ubicado en las proximidades del Río La Plata, con una guarnición de cinco soldados y cinco marineros bienarmados, al mando de un sargento.
La Plata era entonces un sitio costero sureño donde existían además del cuartel, una vivienda de un mayoral de la zona y dos o tres familias, pues el resto de los campesinos habían sido obligados a internarse monte adentro por la guardia rural para beneficio de los latifundistas de la zona.
Concebido el plan de ataque por la guerrilla, que se dividió en cuatro grupos, sobre las dos de la madrugada una ráfaga de ametralladora disparada por Fidel marcó el inicio del combate, que se prolongó por unos 40 minutos, al ofrecer los soldados y marineros una resitencia inesperada, pero finalmente fueron derrotados.
El saldo de la acción para el Ejército de la tiranía, fue de dos muertos y cinco heridos, aunque tres de ellos fallacieron posteriormente. Los rebeldes por su parte, no tuvieron ninguna baja y ocuparon nueve fusiles, una ametralladora, proyectiles y otros medios y avituallamientos, que sirvieron para fortalecer a la guerrilla.
A las cuatro y treinta de la madrugada del 17 de enero de 1957 el pequeño núcleo guerrillero se retiraba del escenario del combate en La Plata, adentrándose en lo más abrupto de la Sierra Maestra, pero antes dejó en libertad a los prisioneros y entregó toda la medicina disponible para los heridos, algo que se convirtió en una práctica habitual durante el curso de la guerra.
Si bien la toma del cuartel de La Plata se convirtió en la primera victoria del ejército rebelde, esta acción puso en conocimientos de la población cubana el hecho de que Fidel estaba vivo, y no muerto como había asegurado la dictadura y que la guerrilla existía, para convertir en realidad el propósito de ser libres o mártires.
A 59 de este combate, La Plata ya no es un lugar olvidado de la costa suroriental, sino una pequeña pero pujante comunidad del municipio de Guamá en la provincia de Santiago de Cuba, que cuenta con un número considerable de viviendas, consultorio médico, escuelas, comercios, electricidad, excelente vía de comunicación y otras facilidades sociales, sueños que comenzaron a hacerse realidad precisamente el 17 de enero de 1957, con la primera victoria del Ejército Rebelde.
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