Por José Raúl Castillo Argüelles
Santiago de Cuba, 29 dic.— El próximo 4 de enero se dará la voz de play ball que echará a andar las series semifinales del campeonato cubano de béisbol para definir los dos equipos encargados de discutir el título nacional, colofón de una temporada marcada por una equilibrada y acentuada rivalidad que mantuvo en ascuas la definición de los play-off semifinales hasta el último día del calendario; aun más, se hizo necesaria la celebración de un juego suspendido para acabar de rematar el orden de los cuatro equipos que avanzaron a la postemporada.
Finalmente el estadio José Antonio Huelga acogerá el inicio del duelo entre los locales Gallos de Sancti Spíritus y los visitantes Azucareros de Villa Clara mientras el estadio Julio Antonio Mella será escenario de la apertura de la porfía entre los Leñadores de Las Tunas y los Tigres de Ciego de Ávila.
Así como la referida etapa previa resultó en extremo reñida, el panorama que se avecina también asoma a cuatro beligerantes con recias armaduras y dispuestos a dar batalla sin cuartel en pos del avance a la final, pues el espacio para la selección de refuerzos fue aprovechado satisfactoriamente por los encartados y ahora resulta en extremo difícil encontrar fisuras en la armazón que disponen para el combate.
Se entiende entonces que es en extremo espinosa la tarea de escoger favoritos para vencer en la ronda semifinal pero acaso el estudio detallado de los adversarios y una dosis de intuición puede conducirnos a un pronóstico que desde luego solo podrá ser validado por lo que ocurra en el terreno de juego.
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