Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba, 19 sep.— Hoy el número de seguidores de esta técnica de gestación aumenta por día. Esta provincia retoma la inseminación artificial, ante la necesidad de incrementar los niveles de leche y carne en la masa vacuna.
Pero ello lleva implícito, como es lógico, la idea que esbozara Fidel en 1961, de crecer en los niveles productivos. De esta forma, se pedía cuidar a las hembras, combatir la brucelosis y elevar la natalidad para tener una ganadería de alto nivel racial.
Hoy en el territorio santiaguero hay registradas 50 mil hembras en la reproducción y de ellas un 20 por ciento está bajo este sistema de gestación, resultado que crece por año.
Abanderados de esta técnica figuran los ganaderos Jaime Fonseca, Jorge Maldonado, Hildo Rosales y William Serrano, en tanto en las formas colectivas de producción, la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) “Abel Santamaría Cuadrado” es el ejemplo a seguir.
La inseminación artificial en cada uno de esos productores alcanza resultados muy eficientes. Individualmente el índice de 10 vacas vacías, está muy por debajo de lo que pide el país.
Esta aplicación de la ciencia y la técnica ha permitido a la CPA “Abel Santamaría” mejorar genéticamente la masa vacuna, entregando más litros de leche por vaca. En esta cooperativa la incorporación de las hembras se realiza con 22 meses con el peso establecido.
Estos cooperativistas ya no se conforman que ser referencia en esta actividad en la masa vacuna, ahora incursionan el método de la inseminación artificial en la ganadería caprina.
Los socios de La “Abel Santamaría” cuentan con una vaquería de cabras con más de 100 hembras, obteniendo igualmente resultados muy satisfactorios.
Por este celo y preocupación la “Abel Santamaría” se ha convertido en una escuela, donde se generalizan los buenos ejemplos a través de talleres y conferencias aplicadas en esta materia con la finalidad de que la provincia pueda avanzar en la ganadería de leche y carne.
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