Por Kenia Tabares Robles
Santiago de Cuba, 18 jul.— Cuando han transcurrido 120 de la explosión del cañonero Francisco Pizarro, en la bahía de Nuevitas, Camagüey, salen a la luz las primeras imágenes submarinas del pecio, que otrora perteneció a la Armada Española. En estas aguas, al igual que en las del litoral santiaguero, existen sitios representativos de etapas históricas que despiertan el interés de los investigadores.
A 22 metros de profundidad, buzos profesionales e instructores, arqueólogos e historiadores develaron su historia, características y estado de conservación.
El audiovisual “Tras las huellas del Pizarro”, presentado recientemente en el evento internacional Simposub Cuba 2018, contribuye a los procesos de gestión y manejo de Cubasub, institución que desde el oriente del país fomenta el conocimiento, protección y salvaguarda del patrimonio natural y cultural subacuático.
Cubasub tiene entre sus iniciativas la creación de una revista impresa especializada para las publicaciones de investigaciones científicas realizadas sobre la temática en el territorio cubano. A la realización de audiovisuales y eventos suman el desarrollo de acciones educativas y culturales con niños en los ecosistemas costeros a través del proyecto “Mi patrimonio, el mar”, y la divulgación en las redes sociales de todas las actividades que se derivan de su gestión. De esta forma el centro da respuesta a la Convención Internacional sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático, aprobada el 2 de noviembre de 2001, de la cual Cuba es dignataria.
Maykel Cáceres, especialista en arqueología del Consejo Nacional de Patrimonio, señaló que el país está en un momento importante con la puesta en práctica de una estrategia que concibe la difusión, capacitación de especialistas, el intercambio entre instituciones, investigaciones y proyectos de colaboración con otros países.
Especialistas de las Oficinas como el Conservador de Camagüey, Sancti Spíritus y Santiago de Cuba, así como del Centro de Servicios Ambientales, el Museo Municipal de Habana del Este y del Gabinete de Arqueología, se suman, dan pasos serios y acelerados, destacó.
Cáceres explicó además que, constantemente se realizan actividades que contribuyen a la implementación de la convención y responden a la gestión del patrimonio cubano en el contexto subacuático y marino.
En tal sentido, Gradys Collazo, Presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio, subrayó la importancia de los medios de comunicación dentro de la estrategia de trabajo, “para dar a conocer este tipo de patrimonio, que además de ser el más vulnerable, no todos tienen acceso a él”.
La estrategia está encaminada a dotar al país de un enfoque más integrado y multidisciplinario en materia de gestión de este patrimonio, para hacer un uso cada vez más sostenible de los recursos culturales sumergidos en beneficio de las personas, enfatizó.
El Centro Regional de Gestión y Manejo del Patrimonio Natural y Cultural Subacuático de Santiago de Cuba, pondera los valores del Parque Arqueológico Batalla Naval de 1898. Los amantes de las profundidades marinas tienen allí una inmersión en la historia. Fotógrafos, buzos y visitantes encuentran nuevas miradas para el arte.
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