Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 9 may.— El 9 de mayo de 1945, en un suburbio de Berlín, el mando supremo alemán firmó el acta de capitulación de todas sus fuerzas armadas en tierra, aire y mar, ante los mandos supremos del Ejército Rojo y de las Fuerzas Aliadas, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial, proclamándose esta fecha como el Día de la Victoria sobre el fascismo.
El conflicto se había iniciado el primero de septiembre de 1939 con la invasión a Polonia del régimen fascista de Alemania bajo el mando supremo de Adolfo Hitler, y posteriormente, a partir del 22 de junio de 1941 se extendió a la Unión Soviética comenzando así para ese hermano pueblo la Gran Guerra Patria, que fue la que llevó hasta su final el peso de la conflagración.
La Segunda Guerra Mundial duró exactamente dos mil sesenta y cinco días teniendo como escenario principal el Continente Europeo. Este conflicto cobró la vida de unos 70 MILLONES de personas, 20 MILLONES de los cuales fueron hijos de la Unión Soviética, fundamentalmente civiles.
El objetivo principal de esta guerra para el nazi-fascismo alemán fue la aniquilación del país de los soviets, el primer estado socialista del mundo sobre el cual el mando alemán lanzó 190 divisiones con cinco millones y medio de soldados, 47 MIL 200 cañones de distintos tipos, 4 MIL 300 tanques, 4 MIL 900 aviones de combate y 193 navíos de guerra, incluyendo los submarinos.
Por mucho que se haya pretendido minimizar el papel de la Unión Soviética en la guerra, fue este país el que contuvo la invasión hitleriana lanzada sobre el mismo, y no solo eso, sino que revertió los planes fascistas, expulsando las tropas nazis de su territorio y contribuyendo a la liberación de otras naciones del este europeo, que posteriormente crearían el llamado campo socialista.
Poco conocido es que entre los 20 millones de personas que perecieron en la Segunda Guerra Mundial en territorio de la URSS se encontraban los jóvenes cubanos Aldo Vivó, de 17 años de edad, que se enroló en el Ejército Rojo en 1941 para defender la ciudad de Leningrado donde murió combatiendo, así como Enrique Vilar de 19 años, quien al frente de un pelotón de 12 hombres cayó en el frente de Bielorrusia. De igual forma, otros 52 cubanos se alistaron en los ejércitos norteamericanos e inglés, formando parte de las tropas aliadas.
Asimismo, Cuba mostró su solidaridad con el hermano pueblo soviético enviando a ese país cinco buques con mercancías valoradas en 75 MIL pesos conteniendo entre otros un millón de tabacos, 45 MIL sacos de azúcar, ropas, medicinas, leche, jabón y otros artículos de primera necesidad. En total el aporte financiero de nuestro país con la URSS se elevó a más de 300 MIL pesos.
73 años después de la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial, podemos decir con orgullo que aunque de forma modesta esa victoria también nos pertenece.
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