Por Diony Sanabia/Fotos Martha Andrés Román
Washington, 16 may.— Coqueteo de claves y castañuelas, armónicos y vistosos movimientos corporales, y muchísimos aplausos distinguieron la actuación de la Compañía Irene Rodríguez en la capital estadounidense, donde prosigue hoy un festival dedicado a Cuba.
Reiteradas veces, el público presente anoche en el teatro de la Terraza del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas reverenció a la agrupación cubana de baile flamenco que trajo aquí el espectáculo Desde nuestras raíces.
Unos 400 creadores e intérpretes radicados dentro y fuera de la nación caribeña participan desde el pasado 8 de mayo en el festival Artes de Cuba: de la isla al mundo, que hasta el próximo 3 de junio combina música, danza, teatro, artes pláticas, cine, diseño y moda.
Rodríguez, multipremiada bailarina y coreógrafa, en unión de ocho colegas, abrió la actuación con un resumen de su obra Emigrantes, que abarcó el primero de los dos actos del programa.
Tal propuesta aborda la historia de la migración de españoles a Cuba en los inicios del siglo pasado, y muestra una peculiar fusión del flamenco tradicional y los ritmos afrocubanos.
Las interpretaciones del emigrante y la habanera, por Marlon Fernández y Rodríguez deleitaron al auditorio, que también reconoció la destreza de Mara de Armas, Mariana Ramos y Teresa Álvarez como cubanas.
Asimismo, acapararon loas de los asistentes por sus ejecuciones de los roles de cubanos Reydisnier Rodríguez, Josué Rondón, Gabriel Amil y Emilio Batista.
El último momento comenzó con la pieza El Mito, una seductora puesta en escena en la cual solo se apreciaron piernas con zapatos negros y un desafiante y virtuoso par de calzado blanco.
Dicha variante, junto a la imaginación sobre las otras partes del cuerpo de los bailarines, escondidas detrás del telón, bastó para acercar a los espectadores a un flamenco más contemporáneo.
Luego, ocurrió algo similar con Tifoeo, Encontra2 y Solera, esta última considerada ya un clásico de la compañía de seis años de vida y que en esta ocasión acaparó la mayor cantidad de aplausos.
En declaraciones a Prensa Latina, Rodríguez calificó de oportunidad espectacular para su elenco poder presentarse en el Centro Kennedy, a su juicio uno de los mejores teatros del mundo donde se dan cita reconocidas figuras del arte.
Resulta un placer y un orgullo formar parte de este gran festival, en el cual todos los artistas han dado lo mejor de sí con el fin de dejar bien en alto la cultura cubana, agregó la primera bailarina, aclamada por el virtuosismo de su técnica.
Por otro lado, este martes se presentó en el Escenario Milenio de dicha institución La Dame Blanche, nombre artístico de la cantante, flautista y percusionista Yaite Ramos, radicada en Francia.
Junto a ella, quien dio vida a temas de hip hop, nu cumbia, reggae y otros ritmos, estuvieron Marc Damble, encargado de los efectos sonoros, y Pierre Mangeard, con el clarinete y los tambores.
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