Santiago de Cuba, 30 ene.— No existe mayor regocijo que escuchar una hermosa balada, incluso un rico son tradicional en la voz de Waldo Mendoza, ese guantanamero que regaló, por segunda vez en vivo a los sanluiseros, su corazón como un verdadero ángel de ciudad.
“Me encanta Waldo, escucharlo es como limpiar el alma, su voz melodiosa enamora y hasta hace que muchos problemas cotidianos se olviden mientras se escucha”, comentó a Tvsantiago la joven Yordanka Ferrer.
La música de Waldo Mendoza, obsequio sublime en una noche sabatina para recordar… por siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario