Por Armando Fernández Martí
Santiago de Cuba, 23 ene.— El 23 de enero de 1959, hace hoy 59 años, llegaba a Caracas, Venezuela, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, para participar en los festejos por el primer aniversario del derrocamiento de la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez, ocurrida en esta fecha, pero del año anterior.
En su primer viaje al exterior después de triunfo, Fidel llevaba el agradecimiento especial del pueblo de Cuba a sus hermanos de Venezuela y a sus nuevos dirigentes, por el apoyo moral y material brindado al Ejército Rebelde durante la lucha en la Sierra Maestra.
Venezuela fue también durante los años de la tiranía batistiana en Cuba, una segunda patria para los revolucionarios del Movimiento 26 de Julio y otras organizaciones, que encontraron en la nación suramericana refugio seguro y diversas formas de colaboración con la causa por la libertad de la isla caribeña.
A su llegada a Caracas el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y la comitiva que le acompañaba, fueron objeto de un multitudinario recibimiento tanto en el aeropuerto caraqueño como durante el recorrido por la capital venezolana, pues todos querían ver y saludar al histórico líder barbudo.
En un discurso pronunciado en la plaza El Silencio, de Caracas, al dirigirse a los estudiantes de ese país, Fidel le prometió que le iba a conceder numerosas becas, pues en Cuba se iban a abrir varios centros universitarios.
Fue esa una promesa cumplida por el líder cubano porque en los centros superiores de Cuba han estudiado y se han graduado miles de jóvenes venezolanos en distintas carreras, y en 1999 se creó en La Habana la Escuela Latinoamericana de Medicina, de la cual han egresado entonces hasta hoy miles de médicos de la nación suramericana.
Durante su estancia en Venezuela el Comandante en Jefe Fidel Castro visitó centros de interés como la Universidad Central y fue declarado Hijo Ilustre de Caracas por el Consejo Municipal de esa capital, además de rendir honores a Simón Bolívar señalando que El Libertador tenía también entre sus planes libertar a Cuba.
Coincidentemente, por estos días de enero pero de 1881, llegó también a Caracas, Venezuela, José Martí que como narró en su revista La Edad de Oro, sin quitarse el polvo del camino lo primero que hizo fue preguntar cómo se iba a la estatua de Bolívar, “el héroe del que no se podía hablar sin un manojo de pueblos libres en el puño, y la tiranía descabezada a los pies”
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