Santiago de Cuba, 2 dic.— En el Café Teatro Macubá sede del grupo madre-tierra que dirige la Premio Nacional de Teatro Fátima Patterson, se desarrolla el II Taller de Crítica Teatral. Con los criterios de teatrólogos, críticos, danzólogos e investigadores se debaten las presentaciones de grupos como Teatro Danza del Caribe, el Guiñol, Gestus, A dos manos, entre otras agrupaciones músico-danzarías. La idea es que la crítica sea cómplice del desarrollo escénico santiaguero.
Decía José Martí que la crítica no debía
verse como mordida y si como el intento de advertir. Uno de los legados
martianos que rigen la política cultural cubana en tal magnitud
que hacedores y especialistas se unen como en familia para mejorar
desde lo humano y la profesión la demostración artística. Esta es la
idea del Taller de Crítica Teatral que se desarrolla en esta ciudad:
”Lo que nos proponemos es poner la crítica con su pensamiento al servicio del trabajo real que está aconteciendo en esta ciudad. La crítica como algo cómplice, sin dejar de decir las cosas y los señalamientos técnicos, interpretativos, todas aquellas cosas que confluyan en esos espectáculos, Digo cómplice pues nos anima ayudar al desarrollo músico danzario santiaguero. Primero vemos, no se critica nada en abstracto y al otro día cada espectáculo pasa por ese dialogo entre los especialistas y el resto del movimiento teatral y danzario que acude a estos diálogos. Hemos trabajado esencialmente la dramaturgia tanto la textual como la espectacular, cada uno de los elementos de las puestas en escena”, confirmó Omar Valiño, Crítico y Teórico teatral.
”Lo que nos proponemos es poner la crítica con su pensamiento al servicio del trabajo real que está aconteciendo en esta ciudad. La crítica como algo cómplice, sin dejar de decir las cosas y los señalamientos técnicos, interpretativos, todas aquellas cosas que confluyan en esos espectáculos, Digo cómplice pues nos anima ayudar al desarrollo músico danzario santiaguero. Primero vemos, no se critica nada en abstracto y al otro día cada espectáculo pasa por ese dialogo entre los especialistas y el resto del movimiento teatral y danzario que acude a estos diálogos. Hemos trabajado esencialmente la dramaturgia tanto la textual como la espectacular, cada uno de los elementos de las puestas en escena”, confirmó Omar Valiño, Crítico y Teórico teatral.
Grupos como el “Ballet Folklórico Cutumba”, el Oriente, “Calibán Teatro”, “La Guerrilla del Golem” y “Macubá” han pasado por el filtro de este encuentro que confirma como asignaturas pendientes a lo coreográfico y la motivación de los profesionales:
”He podido ver que los jóvenes han comenzado a tener preocupaciones desde el punto de vista coreográfico, que es una asignatura pendiente en la enseñanza artística. Y que los jóvenes tengan roles como coreógrafos es un logro. Me ha sorprendido el trabajo de Cutumba, pues vengo siguiendo la ruta de compañías que dialogan desde otra posición y ellos han comenzado a cuestionarse sobre qué es lo tradicional y lo contemporáneo y qué línea se colocan para ganar el público no visible en las escenas de lo folclórico. El oriente me sorprendió, pues vuelve a la historia y revisita el coloniaje, el cimarronaje y entonces lo mira desde una perspectiva reelaborada; Teatro Danza del Caribe reafirma su estética moderna, me parece positivo y más en estos tiempos en los que la contemporaneidad ha tratado de imponer la desmemoria de las estéticas principales de las danza moderna”, añadió Lázaro Manuel Benítez, Danzólogo del ISA.
En el Taller de Crítica Teatral se va y sin apuros a la dramaturgia, la interpretación, los diseños, banda sonora y coherencia interpretativa.
La idea es que la crítica sea cómplice y no espectadora distante.
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