El amor a la patria, a tu país, a la
Revolución también se aprende en la casa, desde niño, con nuestros
padres y las anécdotas de nuestros abuelos. Con el paso de los años
llega el conocimiento de la relevancia que poseen determinados eventos
en el país. Las elecciones, sin lugar a dudas, son un suceso relevante y
esperado por todos
Por Sumaily Pérez Carrandi/Foto Osvaldo Gutiérrez Gómez
La Habana, 23 nov.— La primera escuela de todos es la familia, allí aprendemos las palabras, los gustos, las costumbres. El amor a la patria, a tu país, a la Revolución también se aprende en la casa, desde niño, con nuestros padres y las anécdotas de nuestros abuelos.
Con el paso de los años llega el conocimiento de la relevancia que poseen determinados eventos en el país. Las elecciones, sin lugar a dudas, son un suceso relevante y esperado por todos.
«En mi casa mi mamá siempre nos ha hablado a mi hermana y a mí de las elecciones. Participar este año por primera vez en las votaciones es bueno porque me están dando la posibilidad de elegir a quien sea mejor para representarnos en el país», aseveró el joven Samir Santana Orosco, un estudiante de primer año de la escuela técnico profesional Villena Revolución.
Capitalino «de pura cepa» y rebelde de espíritu, Samir tiene la certeza de que este domingo 26 de noviembre cumplirá con un proceso vital para Cuba, es de los muchachos que creen a su corta edad que la juventud constituye la mayor fortaleza del país.
En el caso de Susana Arias Bonné, estudiante de primer año de la carrera de Economía de la Universidad de La Habana, habla de lo importante que son para ella las elecciones.
«Mi abuelo siempre fue de los primeros en ir a votar, no para evitar la cola de personas, sino porque ese era un compromiso a cumplir con el proceso revolucionario y con Fidel. A mí no me gusta madrugar, pero este domingo lo haré, quiero ser una de las primeras en votar, también tengo un compromiso que cumplir», me dice con firmeza.
«Es importante para un joven participar en un evento trascendental para el país como lo son las elecciones. La Revolución Cubana nos ha dado el derecho al voto y cada año somos más los jóvenes que hacemos uso de ese derecho», afirma Susana.
Para Heriberto González, estudiante egresado de la vocacional Eusebio Olivera en la provincia de Sancti Spíritus es la segunda vez que ejerce el voto, pero en esta ocasión, como en la primera, siente que tiene voz en un hecho tan significativo para el país. « Uno como joven siente que aporta su granito de arena, que tiene voz y te escuchan», afirma el estudiante.
«De niño yo custodiaba las urnas en las elecciones. Me gustaba, me hacía sentir importante porque me habían escogido a mí dentro de tantos pioneros para custodiar la urna de mi circunscripción y esa era una responsabilidad grande», me comenta el joven.
Heriberto lleva los cabellos revueltos y largos, usa ropa a la moda como la mayoría de los muchachos de 18 años y tiene la absoluta convicción de que los criterios enriquecedores y la transparencia son actitudes por excelencia de los jóvenes cubanos y estas, junto a la vasta experiencia de otros, pueden lograr un proceso electoral democrático y participativo.
La Habana, 23 nov.— La primera escuela de todos es la familia, allí aprendemos las palabras, los gustos, las costumbres. El amor a la patria, a tu país, a la Revolución también se aprende en la casa, desde niño, con nuestros padres y las anécdotas de nuestros abuelos.
Con el paso de los años llega el conocimiento de la relevancia que poseen determinados eventos en el país. Las elecciones, sin lugar a dudas, son un suceso relevante y esperado por todos.
«En mi casa mi mamá siempre nos ha hablado a mi hermana y a mí de las elecciones. Participar este año por primera vez en las votaciones es bueno porque me están dando la posibilidad de elegir a quien sea mejor para representarnos en el país», aseveró el joven Samir Santana Orosco, un estudiante de primer año de la escuela técnico profesional Villena Revolución.
Capitalino «de pura cepa» y rebelde de espíritu, Samir tiene la certeza de que este domingo 26 de noviembre cumplirá con un proceso vital para Cuba, es de los muchachos que creen a su corta edad que la juventud constituye la mayor fortaleza del país.
En el caso de Susana Arias Bonné, estudiante de primer año de la carrera de Economía de la Universidad de La Habana, habla de lo importante que son para ella las elecciones.
«Mi abuelo siempre fue de los primeros en ir a votar, no para evitar la cola de personas, sino porque ese era un compromiso a cumplir con el proceso revolucionario y con Fidel. A mí no me gusta madrugar, pero este domingo lo haré, quiero ser una de las primeras en votar, también tengo un compromiso que cumplir», me dice con firmeza.
«Es importante para un joven participar en un evento trascendental para el país como lo son las elecciones. La Revolución Cubana nos ha dado el derecho al voto y cada año somos más los jóvenes que hacemos uso de ese derecho», afirma Susana.
Para Heriberto González, estudiante egresado de la vocacional Eusebio Olivera en la provincia de Sancti Spíritus es la segunda vez que ejerce el voto, pero en esta ocasión, como en la primera, siente que tiene voz en un hecho tan significativo para el país. « Uno como joven siente que aporta su granito de arena, que tiene voz y te escuchan», afirma el estudiante.
«De niño yo custodiaba las urnas en las elecciones. Me gustaba, me hacía sentir importante porque me habían escogido a mí dentro de tantos pioneros para custodiar la urna de mi circunscripción y esa era una responsabilidad grande», me comenta el joven.
Heriberto lleva los cabellos revueltos y largos, usa ropa a la moda como la mayoría de los muchachos de 18 años y tiene la absoluta convicción de que los criterios enriquecedores y la transparencia son actitudes por excelencia de los jóvenes cubanos y estas, junto a la vasta experiencia de otros, pueden lograr un proceso electoral democrático y participativo.
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