Santiago de Cuba, 30 nov.— A 61 años del levantamiento armado en apoyo al desembarco de los expedicionarios del yate Granma, se rendirá hoy homenaje a Pepito Tey, Tony Alomá y Otto Parellada, jóvenes caídos en esa acción, en esta ciudad.
Ante la tarja que perpetúa la memoria de
los tres combatientes del Movimiento 26 de Julio, en la Loma del
Intendente, serán depositadas ofrendas florales.
Poco después, justo a las siete de la mañana, las salvas de fusilería se escucharán en la barriada donde abre sus puertas el Museo de la Lucha Clandestina, en el inmueble que ocupaba entonces la Estación de la Policía Nacional, uno de los sitios atacados por los revolucionarios.
Estudiantes santiagueros, como es tradicional en este día, realizarán el asalto simbólico en el inmueble, ante la presencia de una representación del pueblo.
El 30 de noviembre de 1956 balas enemigas hirieron de muerte a Pepito, Tony y Otto, mártires del levantamiento.
Frank País García fue el máximo organizador de las acciones, que en esta urbe oriental incluyó, además, el ataque a la sede de la policía marítima, en el paseo de La Alameda.
En otros puntos del Oriente se hizo sentir el movimiento para distraer a las fuerzas de la tiranía y así apoyar la llegada de la embarcación, con Fidel Castro al frente.
Las malas condiciones del tiempo, el exceso de carga y otras situaciones ocurridas en la travesía, impidieron el arribo en la fecha fijada, lo cual ocurrió dos días después. (ACN)
Poco después, justo a las siete de la mañana, las salvas de fusilería se escucharán en la barriada donde abre sus puertas el Museo de la Lucha Clandestina, en el inmueble que ocupaba entonces la Estación de la Policía Nacional, uno de los sitios atacados por los revolucionarios.
Estudiantes santiagueros, como es tradicional en este día, realizarán el asalto simbólico en el inmueble, ante la presencia de una representación del pueblo.
El 30 de noviembre de 1956 balas enemigas hirieron de muerte a Pepito, Tony y Otto, mártires del levantamiento.
Frank País García fue el máximo organizador de las acciones, que en esta urbe oriental incluyó, además, el ataque a la sede de la policía marítima, en el paseo de La Alameda.
En otros puntos del Oriente se hizo sentir el movimiento para distraer a las fuerzas de la tiranía y así apoyar la llegada de la embarcación, con Fidel Castro al frente.
Las malas condiciones del tiempo, el exceso de carga y otras situaciones ocurridas en la travesía, impidieron el arribo en la fecha fijada, lo cual ocurrió dos días después. (ACN)
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