Foto Julio Larramendi |
Santiago de Cuba, 25 oct.— El huracán Sandy quedará por siempre en la memoria de Santiago y de su gente, aquellos estremecedores partes meteorológicos y todo lo que el fenómeno trajo consigo en materia de destrucción y de angustias individuales y colectivas.
En la madrugada del 25 de octubre de
2012, Sandy atravesó Cuba de sur a norte, como un huracán categoría 2 en
la Escala Saffir-Simpson, entrando por Mar Verde, junto a la ciudad de
Santiago de Cuba, afectando a las provincias orientales de Granma,
Guantánamo y saliendo por Punta Lucrecia, en Holguín. Las afectaciones
que dejó a su paso fueron cuantiosas incluyendo pérdidas de vidas
humanas, viviendas, el sistema de generación eléctrica y las
comunicaciones.
Iraida Puente González, es una mujer que se hizo famosa gracias a un momento muy lamentable en su vida, a decir de ella una de las tres cosas que la han marcado en su existencia, si porque cuando el huracán Sandy entró con su paso devastador a Santiago de Cuba, ella fue de las personas que lo perdió todo y se quedó con lo que tenía puesto que fue una bata de dormir y por encima su blusa amarilla.
La tristeza del rostro de esta mujer fue captado por el fotógrafo Julio Larramendi quien colaboró con varias instantáneas del libro “La noche más larga” que relata de diversas formas, aquella angustiosa y larga madrugada en las que como la mujer de la blusa amarilla, muchos quedaron marcados para siempre al perder todos sus objetos personales y sus viviendas.
Después de transcurrido 5 años de aquel desastre natural que al decir del General de Ejército y Presidente de la República de Cuba Raúl Castro Ruz dejó a Santiago como una ciudad bombardeada quise traer a este sitiio digital a Iraida, la mujer de la blusa amarilla, quien hace un tiempo me comentó con gran alegría: “Ya me dieron mi casita periodista, cuando quiera vaya por allá”.
Iraida Puente González, es una mujer que se hizo famosa gracias a un momento muy lamentable en su vida, a decir de ella una de las tres cosas que la han marcado en su existencia, si porque cuando el huracán Sandy entró con su paso devastador a Santiago de Cuba, ella fue de las personas que lo perdió todo y se quedó con lo que tenía puesto que fue una bata de dormir y por encima su blusa amarilla.
La tristeza del rostro de esta mujer fue captado por el fotógrafo Julio Larramendi quien colaboró con varias instantáneas del libro “La noche más larga” que relata de diversas formas, aquella angustiosa y larga madrugada en las que como la mujer de la blusa amarilla, muchos quedaron marcados para siempre al perder todos sus objetos personales y sus viviendas.
Después de transcurrido 5 años de aquel desastre natural que al decir del General de Ejército y Presidente de la República de Cuba Raúl Castro Ruz dejó a Santiago como una ciudad bombardeada quise traer a este sitiio digital a Iraida, la mujer de la blusa amarilla, quien hace un tiempo me comentó con gran alegría: “Ya me dieron mi casita periodista, cuando quiera vaya por allá”.
Este aniversario de Sandy, el huracán que nos hizo crecer como personas y como pueblo fue el pretexto perfecto para llegar después de indagar, hasta el edificio Forza 4 en el Micro 9 del Distrito José Martí, allí en el apartamento once, hace ya un año vive Iraida con sus hijos y muy cerca su hermana Manuela Isabel también beneficiada como damnificada del poderoso huracán.
Los recuerdos a pesar del tiempo trascurrido son muy fuertes, aun le quiebran la voz y le humedecen los ojos recordar como en una pequeña pieza aguardaban lo peor 15 personas entre vecinos y familiares en una casa ubicada en Aguilera #411. Me relata que al cesar los vientos en su desesperación ya en la mañana, le dio por salir a ver en qué estado quedaron los museos de la ciudad donde ha laborado como veladora por más de 40 años.
Después del susto y todo lo que trajo aquella noche infinita sintiendo vientos, observando como todo caía en pedazos, decidió incorporarse con agilidad a la recuperación como trabajadora de Patrimonio, continuó sin perder la fe a pesar de que algunos incrédulos la instaban a rendirse, mas no lo hizo, tuvo siempre confianza en los dirigentes de la provincia que le explicaban que había que esperar porque después de Sandy -dice Iraida-, Santiago quedó en el piso y hubo personas con situaciones peores que la de ella, entonces esperó porque sabe que la Revolución es muy grande y no desampara a nadie -me comenta emocionada-, “ …y mire aquí mi casita, puedo invitarla a usted, a mis compañeros que me dieron todo el apoyo para continuar aquí estoy agradecida y pa’lante.”
La emoción nos exalta a ambas y decido que me cuente ahora sobre su vida laboral.
Iraida Puente González, que es una mujer muy conversadora me relata que trabajó por 28 años en el Museo Emilio Bacardi y después pasó al de Ambiente Histórico, ya suman 42 años que esta en esas tareas. Es integrante del contingente cultural Juan Marínelo, es presentadora de peñas culturales, escribe poesías, más de cien tiene a su haber dedicadas a Santiago, al amor, a la Revolución y también a Sandy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario