Santiago de Cuba, 28 oct.— La historia nos asegura en sus registros, momentos importantes de épocas, hombres, sucesos y octubre es pródigo en esos archivos trascendentes de la Patria. Es así que el pueblo conmovido vivió la desaparición física de dos grandes de la Patria, Los Comandantes Camilo Cienfuegos Gorriaran el 28 de Octubre de 1959 y de Ernesto Guevara de la Serna el 8 de ese propio mes pero de 1967.
Ambos fraguaron una entrañable amistad
durante y después de la guerra caracterizada por la valentía y la
responsabilidad en cada una de las misiones a ellos asignadas. De la
admiración del Che por Camilo también en ese inmenso fichero que es la
historia se guardan discursos, entrevistas acerca de su compañero, que
hoy recordamos a propósito del aniversario 58 de la entrada del Héroe de
Yaguajay a la inmortalidad.
Con respeto el Guerrillero Heroico recordaba a Camilo afirmando: "Más que un compañero de lucha, de alegría y victoria Camilo era un hombre de verdad, no puede verse como un héroe aislado realizando hazañas maravillosas sino como una parte del pueblo que lo formó".
Narra el Che en el libro pasajes de la guerra revolucionaria como Camilo fue la confianza de Fidel y como se fue ganando con sus acciones de valor, solidaridad y alegría un puesto destacado en la guerra y entre sus compañeros.
Relata como en una huida ante el ataque sorpresivo del enemigo en la sierra él perdió sus provisiones y en la noche al percatarse Camilo que él no tenía que comer compartió su única lata de leche sin miramiento alguno como una muestra de solidaridad y amistad que solo la muerte pudo destruir.
En los recuerdos del Che sobre Camilo sobresale el análisis que hace este acerca de la interrogante, ¿Voy bien Camilo?, que hiciera Fidel al héroe del sombrero alón en su discurso en la fortaleza de Columbia a inicios de la Revolución.
Una pregunta hecha a un hombre que merecía total confianza de Fidel, en el cual tenía fe absoluta, incapaz de traicionarlo. Un revolucionario cabal, hombre de pueblo y artífice de la Revolución, así con suma admiración y vehemencia calificaba el Che a su amigo desaparecido.
Con respeto el Guerrillero Heroico recordaba a Camilo afirmando: "Más que un compañero de lucha, de alegría y victoria Camilo era un hombre de verdad, no puede verse como un héroe aislado realizando hazañas maravillosas sino como una parte del pueblo que lo formó".
Narra el Che en el libro pasajes de la guerra revolucionaria como Camilo fue la confianza de Fidel y como se fue ganando con sus acciones de valor, solidaridad y alegría un puesto destacado en la guerra y entre sus compañeros.
Relata como en una huida ante el ataque sorpresivo del enemigo en la sierra él perdió sus provisiones y en la noche al percatarse Camilo que él no tenía que comer compartió su única lata de leche sin miramiento alguno como una muestra de solidaridad y amistad que solo la muerte pudo destruir.
En los recuerdos del Che sobre Camilo sobresale el análisis que hace este acerca de la interrogante, ¿Voy bien Camilo?, que hiciera Fidel al héroe del sombrero alón en su discurso en la fortaleza de Columbia a inicios de la Revolución.
Una pregunta hecha a un hombre que merecía total confianza de Fidel, en el cual tenía fe absoluta, incapaz de traicionarlo. Un revolucionario cabal, hombre de pueblo y artífice de la Revolución, así con suma admiración y vehemencia calificaba el Che a su amigo desaparecido.
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