Santiago de Cuba, 26 sep.— La XVII edición del Taller y Concurso de la Radio Joven “Antonio Lloga in Memoriam” concluyó en esta ciudad. Cerca de noventa obras se presentaron al concurso en el que se fue sin premios la categoría de Programas Humorísticos.
A la hora de resumir las lecciones de
este festival el jurado declaró que los radialistas han de ganar en la
experimentación, fortalecer lo empírico con el conocimiento y recuperar
el espacio de vanguardia que siempre ha ocupado la radio en Cuba.
Desde el inicio y hasta las últimas jornadas, los radialistas aprovecharon al máximo las ganancias y lecciones del evento. A través de las artes plásticas y la oratoria, los realizadores son transparentes a la hora de mostrar alturas y necesidades profesionales. En esta edición la mirada fue a los programas humorísticos, quizás se necesitaba confirmar una de las dolencias en la realización radial cubana.
Desde el inicio y hasta las últimas jornadas, los radialistas aprovecharon al máximo las ganancias y lecciones del evento. A través de las artes plásticas y la oratoria, los realizadores son transparentes a la hora de mostrar alturas y necesidades profesionales. En esta edición la mirada fue a los programas humorísticos, quizás se necesitaba confirmar una de las dolencias en la realización radial cubana.
“La calidad en las propuestas en sentido general fue buena, no así en los programas humorísticos, lo que nos demuestra que hay que intensificar el trabajo de los jóvenes en este sentido. Yo tengo sesenta años, de ellos, más de treinta dedicados al mundo radiofónico, y cada vez que veo a estos creadores me dan ganas de seguir. Y es que la radio hay que amarla y aquí se siente el amor hacia esta profesión”, confesó Salvador Virgilí, destacado realizador santiaguero.
Cuando los realizadores se reúnen, la creación se alimenta de esos imaginarios que enlazan el arte con la realidad de interés colectivo.
Concluyó una edición del Lloga en
Santiago y se confirma la sed de eventos como estos: “Hay algo de
empirismo en los jóvenes realizadores cubanos se siguen apasionando aún
con las obras y no se tiene noción de los límites y se tiene que
respetar al público. Nos sigue faltando el ánimo de experimentar, somos
aún muy convencionales y si este encuentro facilita la experimentación,
tenemos que ser anfitriones
en eso de revolucionar las propuestas. Lo bueno es que no nos cansamos y
seguimos intentándolo”, añadió Dariela Gámez, realizadora e integrante
del jurado.
El Gran Premio del Taller de 2017 fue para la obra “La caldosa, ingenio, música y sabor”, del realizador Dayron Ferrado Zapatero de la Emisora Radio Victoria, de la provincia Las Tunas: ”Yo creo que el Lloga es uno de esos encuentros que nos hace soñar un poco. Nos alienta a pensar en una obra con más calidad, además que favorece espacios para hablar a pecho abierto sobre las cosas que más nos inciden como creadores”, confirmó el médico devenido radialista.
El Gran Premio del Taller de 2017 fue para la obra “La caldosa, ingenio, música y sabor”, del realizador Dayron Ferrado Zapatero de la Emisora Radio Victoria, de la provincia Las Tunas: ”Yo creo que el Lloga es uno de esos encuentros que nos hace soñar un poco. Nos alienta a pensar en una obra con más calidad, además que favorece espacios para hablar a pecho abierto sobre las cosas que más nos inciden como creadores”, confirmó el médico devenido radialista.
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