Tomado de Granma
La OEA nuevamente agrede al hermano pueblo venezolano. Una vez más esta «…vetusta y repugnante institución», como dijera nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, arremete contra la Revolución Bolivariana. Cuba, su pueblo y su juventud conocen bien de la estrategia de una institución que guarda silencio ante las agresiones de la derecha venezolana y frente a la violación flagrante de los más elementales derechos de la juventud latinoamericana.
Nuestros abuelos fueron expulsados, nuestros padres se negaron a regresar y la más joven generación de cubanos mantenemos nuestra firmeza para nunca más retornar a una organización al servicio de los intereses imperiales y de la oligarquía.
La Revolución Bolivariana ha logrado importantes avances y misiones en la esfera social en beneficio del pueblo, muchas de estas directamente hacia la juventud, acceso a la educación, la salud, defensa de la identidad cultural, apoyo a los más necesitados, una mejor redistribución de sus riquezas en función de todos y la construcción de una amplia unidad cívico-militar.
No nos dejemos engañar, conocemos las verdaderas intenciones de este organismo y sus acólitos. La OEA tiene una gran deuda histórica con nuestra América. Sabemos que esta organización resulta incompatible con los deseos más acuciantes de los pueblos de América Latina y el Caribe, es incapaz de representar y defender sus valores, intereses y verdaderas ansias de democracia. Hemos visto como no han sabido dar solución a los problemas de desigualdad y disparidad en la riqueza.
Llegue a los jóvenes venezolanos nuestra solidaridad y el compromiso de continuar denunciando las acciones desestabilizadoras del imperio. La juventud cubana reafirma la convicción profunda de que la Revolución Bolivariana no le debe nada al imperio y a sus instrumentos intervencionistas. Venezuela no está sola; millones de jóvenes estamos del lado de la verdad, la razón y la justicia.
¡Viva la paz y la solidaridad!
¡Hasta la victoria siempre!
Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas
La OEA nuevamente agrede al hermano pueblo venezolano. Una vez más esta «…vetusta y repugnante institución», como dijera nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, arremete contra la Revolución Bolivariana. Cuba, su pueblo y su juventud conocen bien de la estrategia de una institución que guarda silencio ante las agresiones de la derecha venezolana y frente a la violación flagrante de los más elementales derechos de la juventud latinoamericana.
Nuestros abuelos fueron expulsados, nuestros padres se negaron a regresar y la más joven generación de cubanos mantenemos nuestra firmeza para nunca más retornar a una organización al servicio de los intereses imperiales y de la oligarquía.
La Revolución Bolivariana ha logrado importantes avances y misiones en la esfera social en beneficio del pueblo, muchas de estas directamente hacia la juventud, acceso a la educación, la salud, defensa de la identidad cultural, apoyo a los más necesitados, una mejor redistribución de sus riquezas en función de todos y la construcción de una amplia unidad cívico-militar.
No nos dejemos engañar, conocemos las verdaderas intenciones de este organismo y sus acólitos. La OEA tiene una gran deuda histórica con nuestra América. Sabemos que esta organización resulta incompatible con los deseos más acuciantes de los pueblos de América Latina y el Caribe, es incapaz de representar y defender sus valores, intereses y verdaderas ansias de democracia. Hemos visto como no han sabido dar solución a los problemas de desigualdad y disparidad en la riqueza.
Llegue a los jóvenes venezolanos nuestra solidaridad y el compromiso de continuar denunciando las acciones desestabilizadoras del imperio. La juventud cubana reafirma la convicción profunda de que la Revolución Bolivariana no le debe nada al imperio y a sus instrumentos intervencionistas. Venezuela no está sola; millones de jóvenes estamos del lado de la verdad, la razón y la justicia.
¡Viva la paz y la solidaridad!
¡Hasta la victoria siempre!
Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas
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