Santiago de Cuba, 22 mar.— El equipo de Estados Unidos avanzó por primera vez a una final del Clásico Mundial de Béisbol al vencer a Japón 2 carreras por 1, primer fracaso japonés en la lid, y ahora discutirá el título con Puerto Rico; conjunto que clasificó sin la sombra de una derrota tras siete juegos disputados.
Los abridores Tanner Roark y Tomoyuki
Sugano de Estados Unidos y Japón, respectivamente, se enfrascaron en
duelo de pitcheo que llenó de ceros el primer tercio de la pizarra pero
en la parte alta del cuarto episodio la tropa local sacó provecho de una
falla defensiva del segunda base Ryosuke Kikuchi sobre batazo de
Christian Yelich después de un out; pifia que permitió al corredor
entrar en circulación y luego, tras ponche de Arenado y boleto a Erick
Hosmer, cruzar felizmente el pentágono remolcado por oportuno
indiscutible de Andrew MacCutchen.
Esa ventaja mínima perduró hasta el cierre de la sexta entrada cuando el propio Ryosuke Kickuchi se enmendó con estacazo que llevó la pelota más allá de los límites del jardín central y produjo el empate.
Estados Unidos logró romper la paridad de modo definitivo en la parte alta del octavo cuando después de un out, lanzaba el relevista Kodai Senga, Brandon Crawford pegó jit a la banda derecha, Ian Kinsler lo secundó con doblete por el centro que situó corredores en primera y tercera y luego vino una rolata por el cuadro conectada por Adam Jones que sirvió para impulsar a Crawford con la carrera que marcó la ventaja y a la postre resultó decisiva.
De preservar esa diferencia se encargaron los serpentineros Mark Melancon (se sumó a la nómina estadounidense en esta fase) quien sacó dos outs en el octavo, permitió un jit y regaló un boleto, Pat Neshek (autor del último out del octavo) y el cerrador Luke Gregerson que liquidó el noveno a ritmo de uno, dos y tres.
La victoria se la acreditó Sam Dyson (1-0), cuarto lanzador utilizado por Estados Unidos y con el fracaso cargó Kodai Senga (0-1). Hubo punto por juego salvado para Luke Gregerson (1).
El pitcheo trabajó de modo impecable por ambos bandos, Estados Unidos sólo consiguió seis imparables ante cinco tiradores japoneses: (Sugano, seis entradas, una carrera sucia, tres jits), Senga (dos entradas, una carrera limpia, dos imparables), Yoshihisa Hirano (un tercio), Naoki Miyanishi (no sacó outs, un jit) y Ryo Akiyoshi (dos tercios); mientras que Japón apenas consiguió cuatro ante siete monticulistas estadounidenses: Tanner Roark (cuatro entradas, dos jits), Nate Jones (una entrada y un tercio, un jit, una carrera limpia), Andrew Miller (dos tercios), Sam Dyson (una entrada), Mark Melancon (dos tercios, un jit), Pat Neshek (un tercio) y Luke Gregerson (una entrada).
Ahora la mesa está servida para el duelo que comenzará esta noche a las 9 (hora de Cuba) entre el sensacional equipo de Puerto Rico y el recio conjunto de Estados Unidos que busca proclamarse campeón en su propio patio.
En la segunda ronda Puerto Rico doblegó a Estados Unidos 6 x 5 con triunfo a la cuenta personal de Seth Lugo quien lanzó cinco y dos tercios de entrada, admitió cinco jits y le anotaron tres limpias; mientras que el fracaso lo cargó Marcus Stroman con saldo de cuatro y dos tercios de entrada, ocho indiscutibles y cuatro carreras limpias.
Para abrir el crucial encuentro de esta noche han sido ratificados Marcus Stroman (USA) y Seth Lugo (PUR) de modo que hay oportunidad de desquite individual y colectivo.
Esa ventaja mínima perduró hasta el cierre de la sexta entrada cuando el propio Ryosuke Kickuchi se enmendó con estacazo que llevó la pelota más allá de los límites del jardín central y produjo el empate.
Estados Unidos logró romper la paridad de modo definitivo en la parte alta del octavo cuando después de un out, lanzaba el relevista Kodai Senga, Brandon Crawford pegó jit a la banda derecha, Ian Kinsler lo secundó con doblete por el centro que situó corredores en primera y tercera y luego vino una rolata por el cuadro conectada por Adam Jones que sirvió para impulsar a Crawford con la carrera que marcó la ventaja y a la postre resultó decisiva.
De preservar esa diferencia se encargaron los serpentineros Mark Melancon (se sumó a la nómina estadounidense en esta fase) quien sacó dos outs en el octavo, permitió un jit y regaló un boleto, Pat Neshek (autor del último out del octavo) y el cerrador Luke Gregerson que liquidó el noveno a ritmo de uno, dos y tres.
La victoria se la acreditó Sam Dyson (1-0), cuarto lanzador utilizado por Estados Unidos y con el fracaso cargó Kodai Senga (0-1). Hubo punto por juego salvado para Luke Gregerson (1).
El pitcheo trabajó de modo impecable por ambos bandos, Estados Unidos sólo consiguió seis imparables ante cinco tiradores japoneses: (Sugano, seis entradas, una carrera sucia, tres jits), Senga (dos entradas, una carrera limpia, dos imparables), Yoshihisa Hirano (un tercio), Naoki Miyanishi (no sacó outs, un jit) y Ryo Akiyoshi (dos tercios); mientras que Japón apenas consiguió cuatro ante siete monticulistas estadounidenses: Tanner Roark (cuatro entradas, dos jits), Nate Jones (una entrada y un tercio, un jit, una carrera limpia), Andrew Miller (dos tercios), Sam Dyson (una entrada), Mark Melancon (dos tercios, un jit), Pat Neshek (un tercio) y Luke Gregerson (una entrada).
Ahora la mesa está servida para el duelo que comenzará esta noche a las 9 (hora de Cuba) entre el sensacional equipo de Puerto Rico y el recio conjunto de Estados Unidos que busca proclamarse campeón en su propio patio.
En la segunda ronda Puerto Rico doblegó a Estados Unidos 6 x 5 con triunfo a la cuenta personal de Seth Lugo quien lanzó cinco y dos tercios de entrada, admitió cinco jits y le anotaron tres limpias; mientras que el fracaso lo cargó Marcus Stroman con saldo de cuatro y dos tercios de entrada, ocho indiscutibles y cuatro carreras limpias.
Para abrir el crucial encuentro de esta noche han sido ratificados Marcus Stroman (USA) y Seth Lugo (PUR) de modo que hay oportunidad de desquite individual y colectivo.
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