Santiago de Cuba, 11 ene.— Con la totalidad de su producción de hortalizas y vegetales destinada al pueblo, el organopónico La República, de esta ciudad, aspira entregar en el presente año alrededor de 74 toneladas de alimentos.
Considerado el mayor de su tipo en el
país, actualmente cosecha siete renglones, entre esos habichuela,
pepino, tomate, remolacha, zanahoria, lechuga y rábano en las
22 hectáreas cultivables, puntualizó el ingeniero Juan Rafael Carbonell, quien lo dirige.
De igual número de unidades, 20 están en producción y las dos restantes se preparan con ese fin, acotó.
Mercados de productos agropecuarios de la cabecera provincial como El Avileño, en el Corredor Patrimonial las Enramadas, ofertan sus surtidos, con aceptación en los consumidores por la variedad y calidad.
Ubicado en la periferia de la ciudad, esta estructura productiva surgió en la década de los años 80 y luego de presentar ineficiencia por la inestabilidad de la fuerza laboral y problemas con los equipos, logró recuperarse de ese mal momento.
La imagen bien diferente que muestra hoy es resultado de una mayor organización y mejoras tecnológicas, como fue la sustitución del sistema de riego por técnicas más modernas.
También los trabajadores se sienten estimulados con los sistemas de pago en correspondencia con su aporte individual, siendo hoy más productiva e importante fuente de empleo para hombres y mujeres.
Vuelve a ser orgullo para Santiago de Cuba el organopónico La República como lo fue décadas atrás, por la constancia en el trabajo y disciplina.
22 hectáreas cultivables, puntualizó el ingeniero Juan Rafael Carbonell, quien lo dirige.
De igual número de unidades, 20 están en producción y las dos restantes se preparan con ese fin, acotó.
Mercados de productos agropecuarios de la cabecera provincial como El Avileño, en el Corredor Patrimonial las Enramadas, ofertan sus surtidos, con aceptación en los consumidores por la variedad y calidad.
Ubicado en la periferia de la ciudad, esta estructura productiva surgió en la década de los años 80 y luego de presentar ineficiencia por la inestabilidad de la fuerza laboral y problemas con los equipos, logró recuperarse de ese mal momento.
La imagen bien diferente que muestra hoy es resultado de una mayor organización y mejoras tecnológicas, como fue la sustitución del sistema de riego por técnicas más modernas.
También los trabajadores se sienten estimulados con los sistemas de pago en correspondencia con su aporte individual, siendo hoy más productiva e importante fuente de empleo para hombres y mujeres.
Vuelve a ser orgullo para Santiago de Cuba el organopónico La República como lo fue décadas atrás, por la constancia en el trabajo y disciplina.
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