Sierra Maestra arriba se multiplican los esfuerzos para garantizar una atención de calidad a los adultos mayores
Texto y Foto Gisselle Morales Rodríguez
Tercer Frente, Santiago de Cuba, 27 dic.— A veces, cuando la memoria lo acompaña, Dioscórides Sánchez amanece recordando los años de gloria en que luchó en el Ejército Rebelde. Con frases entrecortadas le cuenta entonces a sus compañeros de cuarto las historias que en imágenes también entrecortadas le vienen a la mente.
Pero ya no es ese muchacho que se jugó el pellejo en la última guerra, sino un veterano de armas tomar que vive, junto a otros 24 adultos mayores, en el Hogar de Ancianos Doctor Mario Muñoz Monroy, en plena Sierra Maestra; para ser más precisos, en las montañas donde campeaba por su respeto el Tercer Frente, liderado por el Comandante Juan Almeida Bosque.
Allá arriba, en un valle que parece atrincherado en esa barrera natural que es la Sierra, un antiguo hospital rural se transfiguró desde diciembre del 2013 en la casa de una veintena de ancianos provenientes de los ocho consejos populares de Tercer Frente que, para encontrar cobija y sostén, ya no tienen que bajar a Contramaestre.
Como niño con juguete nuevo se confiesa Omar Corales Aleaga, un viejecito de 77 años que no estrenó la institución pero está «encantado de la vida con el trato que me dan».
«Todo se mantiene en orden, los trabajadores me respetan, me cuidan mucho, siempre están pendientesenumera—. El fin de año pasado no se fueron de aquí hasta que cenamos, y hasta un macho asado nos hicieron».
La descripción de Omar corrobora lo que ya había advertido Dagnel Romero Rosales, director del centro: que allí se cumplen con rigurosidad extrema los protocolos para la atención al adulto mayor.
Y falta que hace, no solo en el Hogar de Ancianos de Tercer Frente, sino en cuanta instalación se dedique en Cuba al cuidado de un segmento poblacional que va en ascenso y demanda políticas intersectoriales.
La garantía de alimentación balanceada, ejercicio físico, atención médica y sicológica, así como los recursos imprescindibles para el manejo personalizado figuran entre las satisfacciones del colectivo de 40 trabajadores que, en algunos casos, deben recorrer largas distancias por entre el lomerío para llegar hasta el asilo.
Según Romero Rosales, el de Tercer Frente es, desde el pasado junio, el primer hogar certificado de la provincia y, en consecuencia, ya ha comenzado a aplicar el nuevo sistema de tarifas para el pago de este tipo de instituciones.
«Tenemos en el centro ancianos que pagan una parte y el resto lo asume la Seguridad Social —explica el director—; otros cuyos gastos corren a cargo del anciano, la Seguridad Social y la familia, y tenemos casos en que la Seguridad Social lo cubre todo. Lo importante es buscar alternativas para que no quede desamparado nadie que lo necesite».
Al Hogar de Ancianos ubicado en Paso de las Minas, se suman las casas de abuelos de Matías y Cruce de los Baños, con lo cual se eleva el número de capacidades para la atención de los adultos mayores en medio del paisaje de ensueño de Tercer Frente.
Texto y Foto Gisselle Morales Rodríguez
Tercer Frente, Santiago de Cuba, 27 dic.— A veces, cuando la memoria lo acompaña, Dioscórides Sánchez amanece recordando los años de gloria en que luchó en el Ejército Rebelde. Con frases entrecortadas le cuenta entonces a sus compañeros de cuarto las historias que en imágenes también entrecortadas le vienen a la mente.
Pero ya no es ese muchacho que se jugó el pellejo en la última guerra, sino un veterano de armas tomar que vive, junto a otros 24 adultos mayores, en el Hogar de Ancianos Doctor Mario Muñoz Monroy, en plena Sierra Maestra; para ser más precisos, en las montañas donde campeaba por su respeto el Tercer Frente, liderado por el Comandante Juan Almeida Bosque.
Allá arriba, en un valle que parece atrincherado en esa barrera natural que es la Sierra, un antiguo hospital rural se transfiguró desde diciembre del 2013 en la casa de una veintena de ancianos provenientes de los ocho consejos populares de Tercer Frente que, para encontrar cobija y sostén, ya no tienen que bajar a Contramaestre.
Como niño con juguete nuevo se confiesa Omar Corales Aleaga, un viejecito de 77 años que no estrenó la institución pero está «encantado de la vida con el trato que me dan».
«Todo se mantiene en orden, los trabajadores me respetan, me cuidan mucho, siempre están pendientesenumera—. El fin de año pasado no se fueron de aquí hasta que cenamos, y hasta un macho asado nos hicieron».
La descripción de Omar corrobora lo que ya había advertido Dagnel Romero Rosales, director del centro: que allí se cumplen con rigurosidad extrema los protocolos para la atención al adulto mayor.
Y falta que hace, no solo en el Hogar de Ancianos de Tercer Frente, sino en cuanta instalación se dedique en Cuba al cuidado de un segmento poblacional que va en ascenso y demanda políticas intersectoriales.
La garantía de alimentación balanceada, ejercicio físico, atención médica y sicológica, así como los recursos imprescindibles para el manejo personalizado figuran entre las satisfacciones del colectivo de 40 trabajadores que, en algunos casos, deben recorrer largas distancias por entre el lomerío para llegar hasta el asilo.
Según Romero Rosales, el de Tercer Frente es, desde el pasado junio, el primer hogar certificado de la provincia y, en consecuencia, ya ha comenzado a aplicar el nuevo sistema de tarifas para el pago de este tipo de instituciones.
«Tenemos en el centro ancianos que pagan una parte y el resto lo asume la Seguridad Social —explica el director—; otros cuyos gastos corren a cargo del anciano, la Seguridad Social y la familia, y tenemos casos en que la Seguridad Social lo cubre todo. Lo importante es buscar alternativas para que no quede desamparado nadie que lo necesite».
Al Hogar de Ancianos ubicado en Paso de las Minas, se suman las casas de abuelos de Matías y Cruce de los Baños, con lo cual se eleva el número de capacidades para la atención de los adultos mayores en medio del paisaje de ensueño de Tercer Frente.
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